¿Cómo está estructurado el modelo económico de BeToken?
BeToken nace de Beself Brands, una compañía con 17 años de trayectoria en el sector del e-commerce, donde gestionamos cinco marcas propias en las áreas de fitness, jardín, hogar y juguetes. Nuestro modelo consiste en diseñar productos adaptados a las necesidades del consumidor, producirlos a través de nuestros socios y comercializarlos en Europa. El proyecto de BeToken se sostiene en un objetivo claro: pasar de una facturación actual de 25 millones de euros a alcanzar los 100 millones en un plazo de seis años. Y lo haremos a partir de lo que mejor sabemos hacer: desarrollar productos alineados con la demanda del cliente y venderlos online.
El éxito del proyecto se apoya en dos pilares fundamentales: el canal de venta y la expansión geográfica. Hoy somos especialmente fuertes en Francia y España, y contamos con un posicionamiento relevante en Portugal e Italia. Nuestro objetivo es reforzar y duplicar nuestra presencia en Francia y España, consolidar el crecimiento en Italia y Portugal, y dar el salto a nuevos mercados como Alemania y Reino Unido, probablemente a través de Irlanda por las facilidades que ofrece al formar parte de la Unión Europea. En definitiva, el éxito de esta estrategia será también el éxito de BeToken.
¿Qué beneficios obtiene un inversor al participar en una marca tokenizada?
De manera general, la principal ventaja de una acción o marca tokenizada es que los costes de acceso son menores. En el caso de BeToken, el inversor puede adquirir los tokens directamente en nuestra plataforma, sin necesidad de recurrir a un bróker o a una entidad financiera que cobre comisiones por intermediar en la operación. Otro beneficio clave es la liquidez; a diferencia de las acciones tradicionales, que solo pueden negociarse en los horarios de apertura del mercado de lunes a viernes, el marco regulatorio que se está diseñando para las acciones tokenizadas contempla la posibilidad de operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto representa un salto significativo en accesibilidad y flexibilidad para el inversor.
En nuestro caso, además, hemos querido dar un trato especial a quienes confíen en el proyecto desde el inicio. Hemos puesto en el mercado un 17% del capital y hemos establecido un pacto entre socios —registrado en la CNMV y publicado en nuestra web— que contempla varios compromisos. Por ejemplo, los inversores iniciales que mantengan sus tokens durante un año recibirán una prima del 10% sobre su inversión. Asimismo, los socios fundadores han acordado no vender más del 10% de sus participaciones en los próximos cuatro años, con el objetivo de proteger el valor del token y evitar una dilución por parte de los accionistas originales. Por último, a partir del segundo año, la mitad de los beneficios positivos se distribuirá entre todos los accionistas. Con estas medidas buscamos que el inversor se sienta cuidado, que perciba un proyecto sólido y atractivo, y que forme parte de una comunidad que es clave no solo para el éxito de BeToken, sino también para la expansión de Beself Brands y de nuestras marcas.
¿Cómo garantizáis la sostenibilidad financiera del proyecto en el corto y largo plazo?
La clave está en dos aspectos fundamentales: generar resultados positivos y optimizar nuestra estructura financiera. Parte de los recursos captados se destinarán a reestructurar el pasivo, sustituyendo deuda a corto plazo por deuda a más largo plazo. Esto nos permitirá obtener un mayor apalancamiento financiero, disponer de más stock y, en consecuencia, incrementar las ventas.
Al mismo tiempo, trabajamos en la mejora continua de la eficiencia de costes y en la rentabilidad del negocio. De esta manera, no solo reforzamos la solidez del proyecto, sino que también aseguramos mayores dividendos para nuestros accionistas, garantizando así la sostenibilidad financiera en el tiempo.
¿Qué métricas o indicadores estáis siguiendo para medir el éxito económico de BeToken?
Aunque el equipo de marketing es quien gestiona con mayor detalle las métricas, desde el inicio del proyecto establecimos una serie de objetivos muy concretos. Entre ellos, el número de seguidores en redes sociales, el volumen de inversores registrados en nuestra whitelist y el nivel de compromiso o intención de inversión dentro de la plataforma de adquisición de tokens. Hasta la fecha, hemos superado ampliamente todos los objetivos planteados. Contamos con una comunidad creciente de seguidores, un número elevado de usuarios registrados en la whitelist y un compromiso de inversión que garantiza que la primera fase del proyecto sea un éxito. En definitiva, los indicadores que definimos para medir el potencial del lanzamiento no solo se están cumpliendo, sino que están siendo superados con creces.
¿Cuál es el perfil del inversor que queréis atraer y por qué?
Nos dirigimos a dos perfiles de inversores que consideramos igualmente valiosos. Por un lado, el inversor institucional o corporativo, capaz de realizar aportaciones significativas —en el rango de 100.000 a 200.000 euros— y que, además de capital, puede aportar experiencia y conocimiento estratégico al proyecto. Por otro lado, el pequeño inversor desempeña un papel fundamental. Cuantos más pequeños accionistas formen parte de BeToken, mayor será la visibilidad de la marca y más amplia la comunidad que generemos. Esto no solo contribuye a la difusión de BeToken, sino que también nos proporciona información valiosa sobre clientes y tendencias de mercado. En definitiva, ambos perfiles son complementarios: el institucional nos aporta solidez y expertise, mientras que el minorista fortalece la comunidad y potencia el alcance del proyecto.
¿Qué previsiones manejáis en cuanto a facturación, expansión o retorno de inversión?
Nuestro plan de desarrollo, sustentado en la captación de 8 millones de euros a través de BeToken, contempla pasar de la facturación actual —entre 20 y 25 millones de euros— a alcanzar los 100 millones en un plazo de seis años. Se trata de un objetivo realista dentro del sector del e-commerce, ya que no hablamos de multiplicar por cuatro en un solo ejercicio, sino de un crecimiento sostenido, rentable y creíble. La rentabilidad media del e-commerce se sitúa en torno al 15-17% de EBITDA, lo que nos permitiría incrementar el valor de la compañía en aproximadamente un 136% al final del proyecto. Para el inversor, esto se traduciría en una rentabilidad del 34,6% si mantiene su inversión durante todo el periodo, beneficiándose además de la prima de fidelización y la distribución de dividendos. Adicionalmente, contemplamos un escenario más ambicioso, alineado con los ritmos de crecimiento del e-commerce, en el que el retorno podría alcanzar hasta el 49%. No obstante, el plan que estamos comunicando es el intermedio, porque lo consideramos muy alcanzable y, al mismo tiempo, suficientemente atractivo para nuestros inversores.
¿Cómo afecta la volatilidad del mundo cripto a vuestro enfoque financiero?
Es innegable que todo en los mercados está interconectado: factores tan diversos como la climatología pueden influir en las ventas, y del mismo modo, los movimientos en el mercado cripto pueden tener un efecto contagio sobre otros activos. Dicho esto, aunque BeToken se apoya en la tecnología blockchain y el ecosistema cripto está muy próximo, nuestro caso es distinto: somos acciones tokenizadas de una empresa real. Esto significa que, si bien un repunte en Bitcoin puede generar un mayor interés hacia BeToken por asociación, nuestro comportamiento esperado es mucho más estable, similar al de una acción convencional de mercado. No buscamos la extrema volatilidad propia de ciertos criptoactivos —con subidas exponenciales o caídas abruptas de un día para otro—, sino un valor ligado de forma directa al desempeño y solidez del negocio que hay detrás, Beself Brands.

