El dato más importante que se conocerá esta semana es el IPC de Estados Unidos de marzo. La previsión apunta que suba de forma interanual en marzo al 2,4% frente al 2,2% del mes anterior. ¿Qué opina?

Es una cifra muy importante que seguimos de cerca, posiblemente sea una cifra superior al 2,2% que vimos el mes pasado, vemos una economía fuerte, también a eso se le suma la expansión fiscal aprobada por el presidente Trump.

También tendremos las actas de la Reserva Federal el miércoles y además conocimos al nuevo presidente de la Fed de Nueva York…

Creo que tiene un perfil muy similar al anterior gobernador William Dudley, alguien muy respetado por los mercados, John Williams tiene credenciales académicos excelentes y va a seguir con el plan gradual de la subida de tipos de la Reserva Federal, lo veo de una forma positiva para los mercados.

La semana pasada la noticia más importante fueron los aranceles que pretenden imponer Estados Unidos y China a las importaciones de ambos países. ¿Cuáles son los productos y cómo afecta a la economía?

Creo que en la economía es todavía muy temprano como para decir que esta noticia le está afectando porque su efecto es más a largo plazo. Pero es algo que nos preocupa, aunque pensamos que no va haber una guerra comercial porque el efecto es muy dañino para ambos países. Estados Unidos importa menos a China, que China a EEUU, pero aún así son productos importantes, muy ligados a su fabricación en estados que votaron a Trump, estoy hablando de la soja en el Medio Oeste, el zumo de naranja de Florida… Espero que no llegue esta guerra comercial, pero nunca se sabe.

¿Cómo reaccionaron los mercados a este tipo de noticias?

Es algo curioso porque inicialmente cuando se anunciaron aranceles por 3.000 millones de dólares, luego 50.000 millones, al final 100.000 millones, la reacción china por lo que había caídas importantes en los mercados. Y después miembros del Gobierno trataban de calmar a los mercados, diciendo que iban a debatir y negociar y ahí subían los mercados. Lo cierto es que las subidas y bajadas se van atenuando, y el mercado no sabe muy bien cómo va a terminar esto. Aún faltan dos meses para que se implementen este tipo de medidas, por lo que se va a seguir debatiendo. Hablando de las medidas creo que se pueden mejorar los intercambios con China, por ejemplo China tiene aranceles a la importación de coches estadounidenses, por lo que vería bien que este tipo de cuestiones se vayan liberalizando.

En medio de todo esto, se conocieron los datos de la balanza comercial de Estados Unidos, que fueron los peores datos en los últimos nueve años…

Creo que llegó a 57.000 millones de dólares en un mes. Es algo frustrante cuando se analizan las políticas públicas de Estados Unidos, obviamente Trump se enfoca mucho en el déficit comercial y en particular con China, pero el déficit comercial es consecuencia de la falta de ahorro en EEUU. Si hay un Gobierno que está estimulando el déficit fiscal eso va a aumentar el déficit comercial, porque una parte del gasto del Gobierno se va a importaciones. Si el Gobierno quiere controlar el déficit comercial lo normal es que controle el déficit fiscal, por lo que la receta que quiere hacer este Gobierno no es el más adecuado para reducir este déficit comercial.

Con los estímulos fiscales… 

Eso va a empeorar la reforma impositiva y el acuerdo al que se llegó con los demócratas para aumentar el gasto, por lo que esas dos medidas van a incrementar el déficit fiscal entre un punto o dos puntos porcentuales del PIB, algo que ya impactando en las balanzas comerciales.

¿Y en la inflación del país? 

Con mayor estímulo fiscal esto va a dar un empujón a la economía. No nos olvidemos que desde 2011 hasta el 2014 el Gobierno de Estados Unidos estuvo obligado a reducir el gasto y subir los impuestos por lo que se redujo el crecimiento, ahora se está elevando el gasto y se reduce la presión impositiva por lo que va a subir el PIB y de algún modo también a la inflación, sobre todo en el medio y largo plazo.

Los datos de empleo fueron peores de lo esperado pero la tasa de desempleo continúa en el 4,1%... 

Fueron 110.000 empleos nuevos mensuales, pero la economía estadounidense sólo necesita crear 80.000 empleos mensuales para que la tasa de desempleo continúe estable, por lo que estamos por encima de los 80.000 empleos. Tuvimos un febrero muy fuerte debido al efecto del temporal con la creación de 320.000 empleos, por lo que se dio en febrero, este mes de marzo fue más débil. Además es interesante que mucha gente que no buscaba trabajo hasta ahora, ahora sí lo está haciendo, una tasa que está en el 8%.

Hablamos también de las tecnológicas, Amazon sufrió una caída semanal del 5%, Facebook ha elevado hasta 87.000 millones los usuarios a los que se le han robado datos y el 11 de abril Mark Zuckerberg comparecerá ante el Senado y además salió a bolsa Spotify con una capitalización de 26.000 millones de dólares…

A grandes rasgos, las tecnológicas han subido muchísimo en los últimos años. Las bajadas que hemos visto en los últimos días y semanas posiblemente sean unos porcentajes muy bajos en comparación a su cotización de hace seis meses o un año y eso para todo el mercado. El S&P cae cerca de un 1% en 2018, pero consigue un 16% respecto hace un año y más de un 30% respecto a los últimos dos años.

También conocimos que la NYSE va a comprar la Bolsa de Chicago…

Había un rumor que apuntaba que los chinos querían comprar la Bolsa de Chicago, por lo que se intuía que el capital chino podría entrar más fácil en los bancos de Estados Unidos. Es un proceso de consolidación que ya hemos visto en otras ciudades, y la Bolsa de Chicago es la última bolsa independiente que quedaba. Posiblemente el NYSE deja la Bolsa de Chicago para sacar algunos productos muy concretos allí.

Usted que está especializado en los mercados emergentes y en concreto en los mercados de América Latina. ¿Cómo ve la situación en esa región después del encarcelamiento del expresidente de Brasil Lula da Silva?

Los mercados en Brasil la semana pasada reaccionaron de una forma positiva por ese anuncio. En Brasil, más allá de Lula da Silva, hay un riesgo de que la izquierda vuelva al poder, la anterior presidenta brasileña había hecho mucho daño a la economía con un estímulo fiscal muy grande en un momento de expansión, como pasa ahora en EEUU, por lo que terminó con un déficit fiscal muy importante. Ahora Brasil está intentando salir de esa recesión y los problemas fiscales que tiene. En las elecciones que tendremos a final de año se espera que llegue alguien moderado, que quiera reformar la economía brasileña, que tiene mucho potencial. Lo mismo se puede decir de la economía mexicana o argentina y espero que la región pueda salir adelante.