- Cómo funciona el arbitraje de fusiones y adquisiciones? ¿Cuáles son los factores importantes a tener en cuenta?
Es un proceso con mucho valor añadido pero muy fácil de entender. Cuando una compañía anuncia la compra de otra, la acción sube hasta llegar casi al precio ofrecido. Ese “casi” deja un diferencial que es al que nosotros jugamos y será más amplio dependiendo del riesgo de que esta operación vaya o no adelante. Hay que tener en cuenta que solo el 7% de las operaciones se cae pero el riesgo está ahí. ¿Cómo lo hacemos? Si la compañía hace una oferta en cash lo que haremos será ponernos largos de la compañía que será comprada, ya que conocemos el precio; si lo hace en cash y acciones nos pondremos largos de la empresa que será comprada y cortos de la compradora. 


- ¿El Covid-19 ha acelerado el proceso de fusiones y adquisiciones? 
Este ha sido un año atípico. En enero y febrero vimos cierto movimiento en el mercado pero es verdad que cuando empieza la pandemia las operaciones cayeron mucho. También es cierto que en el segundo semestre se recuperó mucho y sobre todo, estos tres últimos meses hemos visto muchas más operaciones  de lo normal. Si nos fijamos en 2021, creemos que además de las operaciones naturales veremos muchas de las que no se han dado en 2020 por la pandemia. Lo que sí nos ha llamado la atención es que el spread de las operaciones que han salido en los últimos meses es 2-3 veces superior a los de enero. De forma que estamos teniendo una situación de suficientes operaciones para sentirnos cómodo al invertir con una rentabilidad- riesgo más atractiva. 
 

- ¿Para qué tipo de inversor tiene sentido esta estrategia? ¿Riesgo/retorno estimado?
Este tipo de estrategias las hay para todo tipo de inversores. Si nos centramos en el Candriam Risk Arbitrage es una estrategia de baja volatilidad que busca un retorno de EONIA +150 puntos básicos, es decir, está dirigida a la parte más conservadora de la cartera como sustituto de gobiernos, crédito…porque la realidad es que a día de hoy las TIR están en negativo mientras que esta estrategia con una volatilidad más o menos similar puede tener retornos positivos. 

- ¿Por qué creen que tiene sentido esta estrategia en la actual coyuntura?
Si analizamos la actual coyuntura tenemos tipos cero y crecimiento estimado a futuro menor del que hemos visto en los últimos años. Las compañías necesitan seguir creciendo y lo pueden hacer de forma orgánica o a través de compras. Para crecer de forma orgánica es necesario tener un crecimiento alto y si no lo tienes es más fácil crecer a través de compras. Con lo que seguiremos  viendo operaciones de compra, sobre todo oportunistas. Por otra parte, el spread que estamos viendo es más amplio que el que veíamos en años anteriores y estas dos circunstancias son muy positivas pero quizás la más importante es que cuando nos fijamos en la parte más conservadora de la cartera vemos las alternativas que hay  - Bono alemán, con TIR negativa; el bono español con TIR negativa ,en crédito a corto plazo también tiene TIR negativa – las soluciones de inversión que tenemos para la parte más conservadores costará que tengan una rentabilidad positiva. Con estas estrategias conseguiremos diversificar, bajar la correlación y aumentar la rentabilidad potencial que podemos tener. 
 

- ¿Qué tipo de compañías busca el equipo gestor del fondo? ¿Qué pasa si la fusión se rompe?
Nos centramos en países desarrollados, EEUU, Europa, Japón, y sobre todo aquellos países en los que nos sentimos cómodos con su legislación. NO hay que olvidar que cuando invertimos en M&A lo hacemos en contratos. Una vez se anuncia la operación lo más importante es ver cómo de factible es que la operación vaya adelante y esto ya no depende del mercado sino de cómo de serio será el contrato. Además invertimos en compañías líquidas y al final, como es una estrategia que no busca tener mucha volatilidad, invertiremos en las operaciones más seguras: que haya sido acordada, que no hay problemas con el regulador a la hora de ser aprobada, que las compañías no tengan el mismo tamaño. Tenemos una estadística de lo que ha sucedido en los últimos 25 años en el mercado e M&A que nos ha creado unos sesgos y tratamos de evitar aquellos que no pueden hacer más probable que el acuerdo no salga adelante.