BME ha cerrado los mejores nueve primeros meses del año desde 2008, obteniendo un beneficio neto de 132,5 millones de euros, un 8,4% más que en el mismo periodo de 2014. ¿Qué ha apoyado esta mejora?
La mejora es una combinación del crecimiento de volúmenes, en renta variable del 20%, que consolida una recuperación que venimos viendo desde 2013; y también al buen comportamiento de áreas de negocio, como información y otras que no están ligadas directamente a volúmenes.

De hecho, la cobertura de la bases de costes con los ingresos son del 118%, por lo que, teóricamente, aunque no tuviéramos actividad de mercados, ganaríamos un 18% de Ebitda. Esto demuestra que la diversificación fuera de volúmenes está funcionando.


La renta variable es la unidad de negocio que más aportó, con unos ingresos que mejoraron un 5,6$ hasta los 120,9 millones. ¿Se aprecia un apetito por el riesgo español y especialmente por parte de los inversores extranjeros?
Claramente lo que nos ha pasado es que hemos visto desde 2013 una vuelta del inversor extranjero, tanto en volúmenes, como en número de operaciones. Se ve a los valores españoles fuera de la nube del riesgo país y de la crisis. Además, con los tipos de interés tan bajos, es evidente que los inversores tienen menos alternativas y van a renta variable.

Por el contrario, esto ha perjudicado a la renta fija y hemos visto cómo las contrataciones, tanto trimestrales como anuales, han caído más de un 50%. ¿Se aprecia un menor interés y rentabilidad desde que el BCE implementara el QE en marzo?
Es difícil ver con claridad ese efecto. Lo que es evidente es que el mercado no está acostumbrado a vivir una situación de tipos tan bajos y esto hace que el trading se seque. En renta fija el trading ha bajado, aunque hay una parte positiva, y es que en términos de emisión de títulos elegibles para el QE tocamos suelo hace un par de trimestres y estamos viendo una recuperación de las emisiones que tienen que amortizar y se renuevan.

La parte de la cuenta de resultados más apalancada de BME es la renta fija.

En el último trimestre sólo hemos visto la OPV de Euskaltel, ¿pero ya han recibido comunicaciones de empresas que quieren salir en los meses que restan o en 2016?
Para final de año hay algunas que están hablando de la posibilidad de salir, pero salvo que el mercado presente una ventana muy clara de oportunidad, algo que se cierra a mediados de noviembre, es muy difícil plantear una salida en diciembre. Creo que la mayoría de las compañías que han dicho este año que quieren salir a bolsa, seguramente lo afronten en 2016.

En las OPvs estamos viendo una variedad muy amplia de sectores y todas las empresas que han hablado de salir vienen, desde la industrial, a financieras.

El dividendo es uno de los reclamos de BME. Su Pay Out ronda el 96% y el siguiente pago ordinario se hará el 29 de diciembre pero, ¿el importe será mayor que el del año pasado por estas fechas?
Nuestra política es del pago del máximo payo ut e intentaremos estar lo más cerca posible del 96% y seguro, por encima del 90%. El dividendo de diciembre lo tiene que aprobar el consejo de administración, pero solemos repetir los dividendos y acumular el incremento del dividendo en el último, el de después de la junta. Seguramente lo más normal es que repitamos el dividendo a cuenta de diciembre del año pasado que fueron 0,60 euros por acción.

¿Se plantean repartir dividendo extraordinario? El año pasado no lo hicieron
Esto está sujeto a una reflexión regulatoria y hay una pieza que no acaba de encajar, la normativa sobre Iberclear, que es el que mayor balance de equity tiene de las filiales. Si hay un excedente, la compañía se plantearía repartir un extraordinario.

¿Recomprarían acciones para premiar a los inversores?

Está en reflexión y dependerá bastante de la cifra de recompra. No descartamos una combinación de dividendo y recompra de acciones.

A principios de año se habló sobre la plataforma de venta de fondos de inversión, ¿cómo ha avanzado este proyecto y qué otras oportunidades de negocio tienen en mente?
La plataforma de fondos es una vieja aspiración y proyecto de BME porque somos una compañía transaccional y en nuestro ADN está ser la compañía transaccional de securities de este país. Lo abordaremos una vez terminemos los trabajos en la reforma que empieza en febrero y la postcontratación. Es un proyecto de 2016.
Junto con éste, también tenemos en la parte de Cleaning el segmento de la renta variable. Además, el 30 de noviembre empezamos con un segmento de interest rate swaps, que es n segmento nuevo que nace al calor de la normativa ENIR, pues a partir de junio de 2016 será obligatorio pasar por cámara para hacer cleaning de interest rate swaps.

Este tercer trimestre ha sido el primero que BME ha pasado íntegramente fuera el Ibex, en el Continuo, ¿cómo lo ha notado BME?
Somos una compañía con un market cap importante, pero ha habido otras compañías que han sido más líquidas que nosotros y el CAT tiene que juzgar en base a esos criterios. Salimos del Ibex y al principio notamos la pérdida de fondos indexados, pero tenemos la suerte que, gracias a nuestra capitalización y a que somos una importante en el funcionamiento de la economía, tenemos la atención de muchos analistas y la cobertura de análisis nos hace estar de forma muy natural en la cartera de los inversores aunque no estemos en el Ibex.

Por supuesto, yo prefiero estar en el Ibex 35, aunque nuestro tamaño minimiza los efectos de no estar.

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