Prevemos que el PIB de España
este año caiga un 1,6-1,4%, para pasar a crecer un 0,5% el próximo, aunque estas perspectivas podrían incrementarse si no hay conflicto en Siria, si siguen las políticas laxas… esto se traduciría en crecimiento económico y creación de empleo. Creemos que puede frenarse la destrucción de empleo, aunque es difícil que haya creación neta de empleo. La reducción del paro, pues, vendría por la reducción de la población activa y no por la creación de empleo. A partir de 2015 sí que podríamos ver creación neta de empleo para reducir la tasa de paro de forma estructural.

Uno de los principales problemas de la economía española es el elevado apalancamiento de las familias, empresas y gobierno. Las familias han intentado desapalancarse, mientras que las Administraciones han aumentado su deuda. Lógicamente, con un interés del 4,5% que estamos pagando por la deuda a 10 años sigue penalizándonos considerablemente. De hecho, un tercio de los presupuestos se está destinando a pagar los intereses de la deuda. A pesar de que la prima de riesgo está decidiendo, los intereses siguen siendo altos. Pagamos mucho más que Alemania y eso nos resta competitividad. Es posible que con un crecimiento inferior al 1% el próximo año tengamos que incrementar la deuda, lo que nos lastraría, pero si se reduce la rentabilidad, la competitividad del país mejorará.

La banca quiere pagar su dividendo en efectivo porque es algo que da soporte a sus acciones. Basilea III también quiere que los bancos mejoren su capital core Tier 1 y reduzcan sus apalancamiento. Las ampliaciones de capital liberada spara pagar el dividendo han sido muy útiles para aumentar el core Tier 1, que tiene que estar mínimo en el 9% y muchas entidades intentarán que alcance o supere el 10%.
Entre los dos grandes bancos, BBVA parece que muestra más solvencia, además, el crecimiento de EEUU puede mejorar también su negocio en Latinoamérica, lo que daría soporte a sus cuentas.

El hecho de que la Fed pueda empezar a reducir la compra de activos implicará que haya menos liquidez y, por tanto, menos soporte en los mercados. Eso se ha traducido en el aumento del tipo de interés de los bonos americanos y de Alemania. Esto es bueno para la banca, para obtener más beneficios, pero está empezando a afectar a los costes de financiación de las empresas. Es posible que la Fed en la reunión de este mes diga que va a empezar con el tappering porque hay datos positivos, además, es posible que el efecto negativo ya esté descontado y, si se ve respaldado por mejores datos económicos, los mercados podrían seguir teniendo soporte en el medio plazo. Está claro que la política de la Fed ha llevado a los índices americanos a máximos, por lo que esperamos que una correcta reducción de los estímulos también no afecte mucho.