Cuando aún resuenan en nuestros oídos las palabras del presidente Zapatero diciendo a lo más granado de los inversores americanos que la banca española jugaba en la “ Champions ” (corroborado por el BdE) como una de las más solventes para poco tiempo después venir lo que todos conocemos el descalabro y hundimiento de entidades significativas del sistema financiero español, atrapando a miles de accionistas, que fiándose de la CNMV del BdE y de las auditoras de esas mismas entidades financieras, querían entre otras cosas hacerse “ Bankeros”; teniendo que recurrir a las ayudas públicas para reponer a costa de todos los ciudadanos aquello que sus gestores habían malogrado por su mala y delictiva gestión,. Por ello, NO echemos las campanas al vuelo tan pronto, seamos precavidos y prudentes porque después que todos pasaran por alto lo que se avecinaba, y entre ellos el FMI, que tampoco supo prevenir lo que venía, el BdE parece que analizaba otros balances no los de la banca española y, lo que parecía solvencia, era puro humo. Es preferible pensar que lo peor ha pasado y nada más. Ahora toca repasar y responsabilizar aquellos gestores que hicieron mal su trabajo, aquellos supervisores que hicieron dejación de sus funciones y rectificar de cara al futuro esas conductas delictivas.


¿Cómo les debe sonar esto a los miles de preferentitas cogidos en sus ahorros por estas entidades que ahora superan su examen?
y además con el apoyo de las entidades desaparecidas que fueron absorbidas o fusionadas con grandísimos beneficios fiscales de toda índole para los absorbentes pero que sin embargo no liquidan esta deuda con ellos y faltan al pago de sus obligaciones.

Parece de chiste también que D. Jose María Roldan, presidente de la Asociación de la Banca Española ( AEB) y anterior responsable del BdE en aspectos de supervisión bancaria, diga ahora que los bancos españoles gozan de buenos ratios de capital y han superado la crisis. Cuando él era su responsable también decía lo mismo y daba por buenos los balances que eran fallidos como se ha demostrado muy poco tiempo después.

Estos test de estrés tienen, entre otras, una cosa buena, y es que sirven de punto de partida para traspasar las labores de vigilancia al BCE a partir del 04-11-2014 para que no ocurra lo que ocurrió en España con la inspección del BdE. Lo demás se basa en parámetros básicos y que se referencian al 31-12-13 que la entidad debería de haber cumplido con un ratio de capital del 8% TIER1 en situación de normalidad (quiere decir máxima calidad de su capital), siendo para el escenario más adverso del 5,5%. Para este último escenario se contemplan varios factores como la bajada del PIB en un 1%, que el paro llegue al 27% ( España casi llega) y que el precio de la vivienda baje en un 11% entre el año 14-16.

Todas estas proposiciones son relativas porque en el transcurso del tiempo pueden surgir otras situaciones adversas de pánico financiero, sobre todo no contempladas en los escenarios actuales que surjan por la evolución económica y con solo un capital del 8% no pueden hacerse frente a las mismas.

El proceso seguido por la banca española en los últimos años ha sido de ajustes drásticos en todos los sentidos, y especialmente en la solvencia de sus balances siendo la principal la reestructuración a la baja de activos inmobiliarios. En contraposición a ello tendríamos las “ayudas públicas” en aspectos económicos y normativos.

Hay que tener en cuenta que la previsión de este escenario que se les venía encima a los bancos no surge de la noche a la mañana han tenido años y varios caminos para conseguir con los ajustes pertinentes la recapitalización necearía que se sabía regiría en el futuro escenario obligatorio, y para ello han barajado un escenario especialmente ventajoso para ellos y es la adquisición/fusión de/con otras entidades para conseguir estos ratios que, a priori, eran inalcanzables por sus propios medios de ampliación de capital, consiguiéndolos en parte vía grandes beneficios fiscales derivados de estas operaciones. Todo ello para demostrar que los bancos son capaces de superar una crisis como la padecida y remontar esta situación.

Pero en todo esto se obvia una cuestión muy importante: la banca no es a la economía de un país, como el sistema circulatorio del cuerpo humano. El sistema financiero en un escenario de crisis aun teniendo capital suficiente para facilitar préstamos que es su función principal con lo que se revitaliza la economía, no podría facilitárselos porque la crisis afecta a la solvencia de las empresas y éstas dependen del sistema financiero que reduciría el crédito en estas circunstancias (véase la morosidad de la banca en la situación actual ). No ocurre lo mismo con los bancos que tienen barra libre por parte del BCE para solventar estos momentos difíciles hasta que se solucionen.


Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
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