Cuando analizamos compañías del sector petrolero, como Repsol, es fundamental observar también el comportamiento del precio del crudo. En estos momentos, el petróleo se encuentra muy cerca de los 60 dólares, su mínimo anual, lo que ya de por sí es un factor negativo para los valores del sector y hace pensar que a Repsol no le va a ir muy bien en bolsa. De hecho, si nos centramos en el gráfico de la compañía, observamos un comportamiento poco habitual: pese a acumular una racha de 10 sesiones consecutivas al alza, el precio ni siquiera ha recuperado un 50% desde la última caída, cuando pasó de la zona de los 12,40–12,50 euros hasta tocar los 9,50. Actualmente, se encuentra en un rebote técnico dentro de una clara tendencia bajista.
Repsol se aproxima ahora a una zona clave de resistencia en torno a los 11 euros, un nivel que antes actuó como soporte y que ahora puede frenar la subida. Además, en los 11,39 euros se encuentra la media de 30 semanas, que desde hace tres o cuatro semanas ha pasado a tener pendiente negativa, lo que refuerza la presión bajista.
En definitiva, nos encontramos con varios factores en contra: una tendencia de fondo claramente bajista, resistencias cercanas y un contexto negativo para el petróleo. Por tanto, Repsol no es un valor para mantener en cartera. Si se produce un rebote adicional, puede ser una buena oportunidad para reducir exposición o salir completamente de Repsol.

