Tras el resultado de las elecciones en Grecia y la reunión del BCE se despejan dos de las variables que iban a estar en el punto de mira en la primera parte del año. ¿Cuáles serán ahora las guías para los próximos meses?

“Despejando estos dos drivers
, otros temas que van a ser muy importantes podrían ser, el primero, la deflación. Continúa presente, con deflaciones por debajo del-1% y es un tema problemático porque no podemos permitir que la eurozona tenga una japonización.

Otro problema es el tema de Rusia, en función de cómo evoluciona el conflicto con Ucrania y la bajada del rublo. Está realmente en una situación complicada. El precio del petróleo parece marcar un suelo y esto le podría dar aire. Tal y como está yendo el problema en Ucrania, si continúan las sanciones Rusia tiene un riesgo muy real de algún impago por parte de alguna de sus empresas. Incluso el default, como vimos en el 98, de algún bono público”.

¿Cree que finalmente Grecia hará impago?

“Grecia sí creo que presentará algún impago, pero puede venir de diversos modos. Uno sería la más temida, una quita. Otro problema es una rebaja en el coste o que haya una carencia en el pago de cupones. Otra modalidad sería alargar el vencimiento de esa deuda. Y la otra, es que el bono (corporativo) al llegar a vencimiento te lo canjeen por acciones de la compañía.

Creo que se alargará el vencimiento de la deuda griega que supone más de 200.000 millones de euros. Actualmente, el 60% de esta deuda está en manos de otros estados miembros de la eurozona, el FMI tiene alrededor de un 10% y el BCE, otro 6%. Sin embargo, los bancos no griegos actualmente mantienen en cartera un 1%.

Habrá una reestructuración en el modo de alargar plazos y siempre negociada con Bruselas”.

¿Qué consecuencias puede traer esta medida?
“Esto va a incrementar la volatilidad, incrementar la desconfianza sobre toda la deuda periférica y generará el riesgo y las dudas de los inversores a un posible contagio hacia otra deuda periférica.

España está muy mejorada, el bono español está en el 1,4%, es muy positivo. El posible ascenso al poder de Podemos podría otra vez llevar a los mercados la duda que España pudiera llegar a impagar su deuda.

La deuda italiana está en manos de bancos e instituciones italianos, pero la deuda española no es así. Está mayoritariamente en manos extranjeras. Si hay estas dudas, por este rendimiento tan bajo, no será atractivo para inversores internacionales y podría generar una venta”.

¿Le gusta el sector bancario?
“Me gusta el sector bancario español. Además, con las medidas no convencionales de Draghi el acceso al dinero para estas entidades es mucho más fácil y es un sector a tener en cuenta para tenerlo en cartera”.

Si hablamos de salidas a bolsa… ¿cree que serán las operaciones de este año?
“Si continúa la mejora de la economía española, podrían dar el paso a saltar al parqué Abertis Telecom, Saba (aparcamientos), alguna del sector bancario como Unicaja; Naturhouse se está barajando… Será importante ver cómo funciona la OPV de Aena para animar a estas compañías a saltar al parqué.

Las compañías se dan cuenta de que estar en bolsa es una vía más de financiación. El hecho de que España sea de los países con mejores perspectivas debería notarse también en la bolsa. Igual que el inversor internacional compra bono español podría comprar también OPVs españolas.

Y, además, las compañías cuando están en bolsa mejoran mucho la liquidez y la transparencia”.

¿Le gusta la OPV de AENA?
“La OPV de Aena a mí no me convence. Entiendo que es uno de los operadores de aeropuertos que mejor están yendo, pero hay varios datos que me chirrían.

El hecho de que se encuentre toda la banca de manera masiva vendiendo el producto –pensemos que las entidades obtendrán un 1% de comisión por colocar Aena- es un primer punto que me tira para atrás.

Una vez pasada la OPV, el 51% continuará en manos públicos. El control será del Estado y lo veo negativo.

Y otro tema importante es que tenemos que ver el patrimonio neto de esta sociedad, el valor en libros, y ver cuánto pagamos en libros. El rango actual nos hace pagar entre 2 y casi 3 veces del valor contable. Estamos pagando el doble o el triple del valor real que tiene esta sociedad. Es la razón suficiente para no invertir en Aena”.

¿Alguna recomendación?
“Nos gusta Google, que cotiza en el Nasdaq. Creemos que continuará apreciándose el dólar. ¿Por qué no podemos llegar a 1? La compañía ha presentado un resultado neto positivo, mejores que en 2013.