“Mientras no haya una noticia especialmente negativa no tendremos por qué ver una corrección. No deberíamos pensar en ella. En el muy corto plazo, veremos una continuidad de las subidas”, aseguraba el pasado viernes José Luis Herrera, analista de CMC Markets. De hecho, no tendría por qué suceder ninguna gran catástrofe, al menos, de las ‘archiconocidas’.

Con la situación griega encarrilada –no confundir con ‘resuelta’- los analistas tienen claro que al mercado sólo le queda subir y ello, a pesar del impacto que todo este conflicto ha generado sobre las economías del área euro.
Los expertos de JP Morgan estiman que “lo sucedido con Grecia tendrá un impacto aproximado de entre 50 y 75 puntos básicos de recorte sobre la estimación esperada de crecimiento del 2,5%”, asegura Manuel Arroyo, director de inversiones de JP Morgan. La Unión Europea crecerá en 2015 a un ritmo cercano al 1,75%.

A sabiendas de que Grecia siempre permanecerá en nuestra memoria, el primer axioma habla de unas condiciones ‘impropias’ de un mercado bajista, aquel que, por definición, representa una caída superior al 20%.

Si tomamos como referencia la cotización del S&P 500 a lo largo del último siglo, este ha adolecido en diez ocasiones de un mercado dominado por osos, siendo el último de ellos el que comenzara en octubre de 2007 –momento en el que se marcó máximo del ciclo bursátil- que daría comienzo a la actual crisis financiera. Sin embargo, hoy, ocho años más tarde, Arroyo entiende que no se cumplen ninguna de las cuatro condiciones que, en mayor o menor medida, suelen coincidir en mercados bajistas. A saber: recesión (dejada ya casi atrás en Europa), pico de las materias primas (en este momento cotizando a la baja), un ajuste agresivo de la FED (en el caso de que incrementara tipos en septiembre el ritmo, se sabe, será gradual y muy bajo) y, en último término, unas valoraciones extremas (que si bien hay compañías con múltiplos elevados, descarta que pueda hablarse de una ‘burbuja’).

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FUENTE: JP Morgan. Perspectivas trimestrales de mercado
JP MORGAN


Si nos encontramos, por lo tanto, fuera de un mercado bajista, ¿dónde estamos? José Luis Cárpatos, reconoce que la intención de los índices era romper techos. La directriz bajista apretaba ya desde hacía meses y ahora los índices están celebrando con creces el acuerdo de mínimos alcanzado con Grecia. En la última semana, el Ibex 35 se disparó un 4% mientras que la prensa salmón abría sus portadas mencionado el importante 'tirón alcista' de los mercados europeos. Y la previsión es que la racha de compras continúe.

Los expertos de Andbank consideran que el Ibex 35 está llamado a subir hasta los 12.500 puntos de cara a final de año y no son los únicos que elevan al selectivo a sus niveles máximos desde comienzos de la crisis financiera en 2008 y 2009. 
ANDBANK



La cuestión es que, si tomamos a Grecia como primer motivo fundamental para asistir a un cierre de año alcista, existen otros dos motivos que nos llevan a ratificarnos en esta idea:


2. Beneficios empresariales. Lo que es malo para Estados Unidos, es positivo para Europa. "En el segundo trimestre pensamos que el dólar puede haber afectado más aun las cuentas de las compañías estadounidenses", reconoce Álvaro Blasco, director de ATL Capital. Mientras, al otro lado del Atlántico, las empresas exportadoras europeas se están beneficiando de un euro débil y si ampliáramos el círculo a todas las cotizadas también están sacando provecho de un crudo a la baja. 

Las mayores dolencias de las empresas estadounidenses provienen de las compañías vinculadas a la generación y producción de petróleo con un peso relevante dentro del mercado estadounidense en comparación con los índices europeos.  Es el 7,9% del S&P 500. 
SP 500 SECTORS


Sin embargo, y a pesar de ser la tercera caída trimestral consecutiva que registran los beneficios en USA, Luis Francisco Ruiz, director de Análisis de Estrategias de inversión, reconoce que existen "dos puntos positivos". El primero de ellos es que la caída "no es amplía", esto es, "no se extiende a una gran parte de sectores" y, en segundo lugar, está perdiendo "fuerza  tal y como apuntan las recientes encuestas empresariales que han frenado el deterioro experimentado en el primer trimestre del año". Y si vamos un paso más allá resulta que a Europa no nos tiene porque venir tan mal  que las compañías estadounidenses flaqueen. 

Evolución estimaciones BPA del S&P 500 del 2T15 y conjunto 2015
FUENTE: Zona Premium Ei
BPA
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3. Mano ancha de los bancos centrales. La mano que mece la cuna sigue presente de manera directa, como el BCE y el BoJ, o en la sombra, como el Banco Central de China. La cuestión es que hay dinero a raudales y sus políticas no hacen sino animar -casi forzar- a tomar posiciones de mayor riesgo a los inversores de medio mundo. 

"El pasado 4 de febrero el Banco Central Chino bajó en 50 pb los requisitos de los bancos que derivó en más dinero disponible para poder prestar. Fue un QE encubierto. Todo este dinero fue a la bolsa", afirmaba Manuel Fajardo, hedge fund manager de Proteus Multistrategy Fund. No olvidemos que la Bolsa de Shanghai, con 5,5 billones de dólares de market cap, es la tercera del mundo, y la segunda si se suma al parqué de Shenzen. (Ver: Mucho hablar de Grecia…pero ¿y si China fuera el verdadero problema?)

Por su parte, Japón tiene fijada la fecha del 30 de octubre para lanzar el QQE, según el consenso recogido por Andbank. Es más, Arroyo, de la casa americana, destaca un hecho significativo como es la rotación de activos aplicada por el fondo de pensiones japonés. "Pasará a ser dueño del 6% de la bolsa nipona", aseguraba el analista. De momento, en la partida de renta variable ha incrementado su peso del 20% al 25%. 

En terreno conocido, el pasado jueves el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, volvía  a reiterar su convencimiento de que los LTROs se extenderán hasta septiembre de 2016 parafraseando aquello tan repetido de 'más gasolina para las bolsas'.