Pero vayamos por partes. El hecho de que los motores de la Eurozona sean fundamentalmente domésticos supone un cambio respecto al período anterior “cuando el crecimiento dependía de las exportaciones a otras zonas del mundo de crecimiento más rápido.  La recuperación de la Eurozona en los años de crisis empezó más tarde que en EEUU pero “ahora está firmemente en marcha gracias a un repunte del consumo privado constante, que bate a las expectativas (y más recientemente) a la inversión”, reconoce Jeffrey Taylor, director de acciones europeas de la gestora.

Nos encontramos en un entorno en el que los bancos vuelven a conceder crédito y el desempleo se está reduciendo. Y “una recuperación liderada por la demanda doméstica es mucho más difícil de frenar que una recuperación que se basa en exportar para salir de los problemas”.  Esto supone que Europa está bien preparada para enfrentarse a las fluctuaciones de tipo de cambio lo que también tiene implicaciones en el tipo de acciones que queremos tener.

Con todo, vemos que el crecimiento de los beneficios ha vuelto, tras un aumento respetable en 2017, y los indicadores avanzados también apuntan a una mayor aceleración en el gasto de capital en 2018, lo que implica un efecto positivo en el plano empresarial.

Pero también está la política – que siempre es buena para dar titulares en nuestro mundo -  que sólo importa desde el punto de vista de la inversión cuando plantea una amenaza genuína para los mercados financieros. En realidad, prosigue el informe de la gestora, los resultados de las elecciones europeas han sido mucho más favorables al mercado de lo que muchos expertos habían pronosticado. “Con vistas al futuro, trabajamos desde la máxima de que es importante distinguir entre lo probable y lo que es simplemente posible, lo que nos deja relativamente tranquilos sobre las implicaciones para el mercado de las tendencias políticas dentro de la futura Unión Europea de 27 Estados”.

Comprar salas vacías

Con este símil – de que hay que comprar las salas que esté vacías en reuniones con directivos pues las “llenas” suelen estar sobrerrepresentadas en las carteras y los índices  - reconocen que en ocasiones sus carteras parecían propietarias de una sala vacía. “No se trata de ser rato y llevar la contraria porque sí, simplemente estamos intentando posicionar nuestras carteras para la siguiente fase de los mercados y favorecer los intereses de nuestros clientes”. 

Con ese estilo de gestión, optan por sectores que no reciben mucha atención. “En Europa, los ejemplos principales son energía, telecos y financieras, especialmente bancos. Hay sectores en los que queremos mantenernos muy alejados – normalmente muchos de los que han adquirido status similar a los bonos – en los últimos años”. Aquí encajarían acciones de productos básicos de consumo donde se encuentran compañías “con trayectorias extremadamente fuertes y respetables”.

La gestora da tres factores que deben tenerse en cuenta a la hora de invertir como es prestar atención del equipo directivo a la asignación de capital y rentabilidad sobre el capital; hay signos inicipientes de vuelta al crecimiento y los ingresos de los bancos han aumentado mientras se reducen los costes.

Este experto cree que siempre es complicado saber cuándo va a cambiar la música del mercado pero creemos que hay razones fuertes para un rotación de sector significativa  y, como gestores de cartera de activos, queremos estar preparados para cuando se produzca.