En primer lugar, has de saber que los procesos de fusión son complejos y se toman su tiempo. Así que no vas a tener que afrontar cambios a corto plazo. Además, la entidad resultante de la fusión te irá comunicando las novedades con antelación.

No obstante, hay algunas cuestiones que no debes perder de vista a medio plazo.

Condiciones de la hipoteca

Si nos centramos en las hipotecas, la nueva entidad bancaria tiene la obligación de respetar las condiciones de tu hipoteca, como la cuota, el tipo de interés, el plazo de amortización o las comisiones, tal y como se recoge en el portal del cliente bancario del Banco de España, de manera que las condiciones que se pactaron no pueden cambiar.  Requisitos de bonificación del interés, importe pendiente, período de devolución, comisiones recogidas en la escritura (amortización anticipada, novación, subrogación) también han de mantenerse.

Una hipoteca es un producto con un límite de duración, por lo que las entidades no pueden modificar las condiciones. En aquellos productos donde no existe una duración definida (como cuentas, depósitos o tarjetas), la entidad resultante si podría aplicar cambios, comunicándolos con antelación.

Productos asociados

En muchas ocasiones, tenemos otros productos financieros asociados a la hipoteca, que se contratan para conseguir un tipo de interés bonificado. Algunos ejemplos de estos productos son los seguros del hogar, de vida o de protección de pagos. También entran las comisiones de otros productos asociados, como tarjetas de crédito o de débito, así como planes de pensiones. En ese caso, podrían subir o bajar de precio, a no ser que el contrato estipule algo distinto. Por tanto, las primas de estos seguros si podrían varían en su importe.

Si el cliente no estuviera conforme con las nuevas condiciones, por ejemplo, una subida de la prima de un seguro, tiene derecho a cancelar estos servicios. Esta cancelación conlleva la pérdida de las bonificaciones, por lo que se aplicaría un tipo de interés más alto, con la consiguiente subida de las cuotas de la hipoteca.

Cuenta para pagos de la hipoteca

Puede que tengas una cuenta en uno de los bancos que se fusiona y la utilizas para pagar las cuotas de la hipoteca. La entidad resultante no puede imponer una comisión de mantenimiento distinta a la que firmaste en su día en la escritura de tu hipoteca.

Sin embargo, si usas esa misma cuenta para otros fines, como la domiciliación de tu nómina o de recibos, las condiciones de tu cuenta podrán experimentar cambios.

Recuerda estar atento a las comunicaciones que pueda enviarte tu banco relacionadas con los productos que tienes contratados y, si tienes alguna duda, siempre puedes consultar con tu asesor.

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