Con el objetivo de encontrar mecanismos que beneficien el manejo de esta patología, un grupo de oncólogos de toda España liderados por la Dra. María Jesús Rubio, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, ciudad en la que se ha celebrado la reunión, han discutido los avances en la clasificación de pacientes, individualización del tratamiento, el presente de las opciones terapéuticas disponibles y el futuro de aquéllas que se encuentran en fase de investigación clínica.

“Realmente creo que existen importantes novedades en cuanto al cáncer de ovario. Hasta no hace mucho, los oncólogos pensábamos de forma errónea que el cáncer de ovario era una enfermedad única. Hoy en día, sabemos que existen al menos cuatro subtipos histológicos y que cada uno de éstos presentan diferentes alteraciones moleculares, con  diferente comportamiento, y diferente respuesta a quimioterapia”, ha subrayado la Dra. Rubio. “Conocer todo esto nos está permitiendo el empleo de nuevas dianas terapéuticas, que permitan una mejor selección de tratamiento para cada una de nuestras pacientes”, ha añadido.

Según los últimos datos ofrecidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia en España de esta enfermedad fue de 3.228 casos en 2015, lo que la posiciona como el sexto cáncer más prevalente y el octavo que causa más mortalidad entre las españolas. “De ahí su importancia, a pesar de ser una patología poco frecuente”, ha comentado la Dra. Rubio.

A la relevancia de su prevalencia ha de sumarse la ausencia de síntomas, que hace que el abordaje del cáncer de ovario, una vez detectado, se enfrente a los condicionantes de un estado ya progresado en la mayoría de casos. “Es una enfermedad tan silente que la mayoría de las mujeres se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad en el momento de diagnóstico”, ha asegurado la Dra. Rubio.

Diferentes pacientes, diferentes tratamientos
Los oncólogos asistentes a la jornada han tenido la oportunidad de conversar sobre las diversas opciones terapéuticas disponibles en la actualidad para hacer frente al cáncer de ovario, subrayando los desafíos que suponen en especial los casos de pacientes resistentes a la terapia con platino. En dicho escenario, en el que se observan una recaída tras un ciclo de quimioterapia y un progreso de la enfermedad antes de los 6 meses tras el tratamiento, se requiere que los profesionales sanitarios tomen una aproximación terapéutica diferente a la quimioterapia estándar a corto y medio plazo.

De acuerdo con los expertos, estos casos han de abordarse desde la perspectiva de la innovación para conseguir un resultado distinto al mantenimiento paliativo. “Estas pacientes no se consideran candidatas a retratamiento con platino. La mediana de la supervivencia global suele ser pobre y la paliación debe ser el objetivo principal de la terapia”, ha afirmado la Dra. Rubio.

Con el objetivo de conducir este abordaje hacia el mayor beneficio para pacientes y el éxito del tratamiento, se están realizando investigaciones en la actualidad que apuntan a la genómica como área clave en la detección precoz de cada subtipo de cáncer de ovario. En concreto, los inhibidores de la enzima poli ADP ribosa polimerasa (iPARP) han mostrado ya un potencial significativo en el tratamiento de  las pacientes con cáncer de ovario que presentan mutación del gen BRCA o déficit de recombinación homóloga (HRD), cuya identificación se derivaría de la realización de pruebas genómicas de rutina.

“Es conveniente implementar los recursos necesarios para realizar el estudio mutacional de BRCA1 y BRCA2 en pacientes con cáncer de ovario con una finalidad terapéutica inmediata, garantizando a la paciente un asesoramiento genético adecuado e integrado con el servicio de Oncología Médica”, ha asegurado la Dra. Rubio.

Además, dentro de las investigaciones que se están llevando a cabo en esta área se ha destacado el estudio de Fase III INOVATYON, que evalúa la efectividad de trabectedina (Yondelis®) junto a doxorrubicina liposomal pegilada (DLP) en comparación a una combinación basada en platino en pacientes con cáncer de ovario recurrente con un intervalo libre de platino de 6 a 12 meses. Según ha afirmado la Dra. Rubio, “esta combinación de trabectedina-DLP es activa y tiene un perfil de tolerabilidad adecuado como terapia para estas pacientes, así como para aquéllas que no son candidatas a recibir una terapia basada en platino”.