El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha afirmado este martes que la bolsa española "debería desarrollarse más rápido", al tiempo que ha indicado que el mercado de valores español tiene "forma de pirámide invertida".

En concreto, durante su intervención en la 13ª conferencia anual sobre los mercados de capital españoles, organizada por la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AFME), Buenaventura ha explicado que el mercado bursátil español tiene "forma de pirámide invertida", con "muchas empresas en el principal mercado regulado" frente a las que se encuentran en la categoría de 'Growth, algo que "debería ser al revés".

"Es cierto que más empresas se están uniendo al mercado Growth que al principal (con 9 empresas frente a 4 en 2021), pero necesitamos que ambas cifras aumenten significativamente", ha manifestado Buenaventura.

"Es un hecho que la bolsa española debería desarrollarse más rápido, al menos en lo relativo al número de empresas cotizadas", ha ahondado. Ha recordado que el principal mercado regulado, que tiene los requisitos y regulaciones más estrictos, cuenta con cerca de 130 empresas, mientras que el 'Growth', especializado en compañías en crecimiento, con requisitos regulatorios menores, tiene 50 empresas.

Igualmente, ha afirmado que otros Estados miembros de la UE tienen "mercados para el crecimiento más vibrantes", lo que se podría deber a diferentes culturas corporativas, a un sector "más activo" de empresas de inversión, a una tradición diferente de la inversión institucional y de fondos de pensiones. También ha mencionado la relevancia de otros aspectos, como los incentivos fiscales, mecanismos para favorecer la continuidad de la liquidez o la intervención de más intermediarios financieros locales.

PIDE MÁS FACULTADES PARA LA ESMA

Por otro lado, Buenaventura ha defendido el papel de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés), y ha pedido que la Unión Europea (UE) le asigne competencias que aplica el Ejecutivo comunitario.

En su intervención, el presidente de la CNMV ha comparado el papel del supervisor europeo frente a su homólogo inglés, la FCA, cuya capacidad se busca "empoderar", mientras que la función de la ESMA en la Unión Europea se limitaría a diseñar estándares técnicos o avisar al Parlamento.

"Probablemente, la configuración legislativa y la cultura política en la UE no confían lo suficiente en nuestras agencias supervisoras para realizar las competencias que ya tienen atribuidas", ha afirmado.

De esta forma, ha pedido "hacer una pausa y pensar" si, tras once años, las agencias de la UE como la ESMA son "maduras y tienen los recursos suficientes" para comenzar a ejercer poderes que todavía mantiene la UE a nivel político o parlamentario.

"No se trata de preguntarnos solo qué facultades pueden atribuir los Estados miembros o los supervisores nacionales, sino qué facultades tienen actualmente las instituciones de la UE que pueden asignarse a la ESMA, al menos si queremos ser tan ágiles, sofisticados y fiables como en Reino Unido o Estados Unidos", ha añadido Buenaventura.

Por otro lado, ha valorado de forma positiva la propuesta Debra (Debt-Equity Bias Reduction Allowance) que la Comisión Europea ha presentado recientemente con el objetivo de favorecer fiscalmente que las compañías financien sus inversiones mediante aportaciones de capital, en lugar del endeudamiento, igualando las ventajas fiscales del primer mecanismo a las de la deuda para mejorar la resiliencia del tejido empresarial.

Al respecto, ha afirmado que esta equivalencia y las diferentes configuraciones fiscales son "un problema común" a todos los Estados miembros de la UE. Solo seis países (Bélgica, Portugal, Polonia, Chipre, Malta e Italia) han tomado medidas al respecto en sus jurisdicciones nacionales, pero con diferentes acercamientos en sus diseños.

"Se necesita una iniciativa a escala europea a través de una propuesta legislativa vinculante para abordar el problema de manera coordinada", ha señalado Buenaventura, quien ha considerado también que esta propuesta es la "más significativa" para lograr una "verdadera Unión de los Mercados de Capitales".

Igualmente, ha pedido "claridad" sobre la interpretación de MiFID, sobre todo en elementos relacionados con los clientes minoristas, a fin de evitar que los usuarios tengan peores condiciones y que se apliquen definiciones diferentes en cada jurisdicción nacional de la UE.