El Banco Central de la República Argentina ha prohibido a las entidades financieras del país realizar o facilitar a sus clientes operaciones con activos digitales, entre los que se incluyen las criptomonedas, según informó en un comunicado.

La medida afectará también a otros activos cuyos rendimientos se determinan en función de las variaciones que estos criptoactivos registran y que no se encuentran regulados por las autoridades del país y autorizados por el propio banco central.

El comunicado emitido por el banco central del país sudamericano se produce días después de que Banco Galicia, la entidad bancaria de Grupo Financiero Galicia, habilitara una opción en su aplicación de 'home banking' para poder comprar y vender criptomonedas, siendo la primera entidad del país en permitir esta opción.

Según un informe de la consultora Chainanalysys realizado en 2021, Argentina era el décimo país del mundo con una mayor adopción de las criptomonedas. Cabe recordar que el país cuenta con una de las tasas de inflación más alta del planeta, siendo del 55% en tasa interanual a cierre de marzo.

El objetivo de la medida del banco central "procura mitigar los riesgos asociados a las operaciones con estos activos que podrían generar para las personas usuarias de servicios financieros y para el sistema financiero en su conjunto".

En este punto, la máxima autoridad financiera del país recordó que la actividad de los bancos debe estar orientada a financiar la inversión, la producción, la comercialización y el consumo de los bienes y servicios requeridos tanto por la demanda interna como externo.

Es por ello que el instituto emisor justifica que los distintos actores implicados en las operaciones con criptoactivos pueden no encontrarse establecidos en el país, lo que podría generar "apartamientos a la normativa general".

No se trata de la primera vez que el instituto emisor pone en alerta los riesgos de utilizar criptomonedas. En mayo del año pasado, publicó junto con la Comisión Nacional de Valores (CNV) una alerta a efectos de proveer información sobre eventuales implicancias y riesgos que los criptoactivos pueden acarrear, así como recomendar una actitud prudente a fin de mitigar una eventual fuente de vulnerabilidad para las personas usuarias e inversores.

En dicha publicación, los organismos resaltaron algunos de los riesgos asociados a las operaciones con criptomonedas u otros activos digitales, como su elevada volatilidad, los riesgos asociados a las disrupciones operativas y a los ciberataques, al lavado de activos o al potencial incumplimiento a la normativa cambiaria.