La próxima semana, en el marco de la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente chino, Xi Jinping, tienen previsto reunirse con el objetivo de aliviar las tensiones comerciales entre ambas potencias. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha confirmado finalmente esta reunión, la cual estuvo en duda después de que China anunciara un endurecimiento en los controles a la exportación de tierras raras, medida que generó malestar en Washington.
Antecedentes de comunicación
Esta reunión marcará el primer encuentro cara a cara entre los mandatarios desde que Trump inició su segundo mandato en enero. A pesar de esto, han mantenido al menos tres llamadas telefónicas a lo largo del año, siendo la última en septiembre. La cita se produce justo antes de que expire la tregua comercial entre Estados Unidos y China el 10 de noviembre, la cual ha sido renovada en varias ocasiones tras conversaciones previas en Ginebra y Londres.
Posturas y amenazas
En medio de esta coyuntura, Estados Unidos ha optado por restringir las exportaciones de tecnología hacia China y ha insinuado la posibilidad de gravar el tránsito de buques mercantes chinos por sus puertos. Por su parte, China ha manifestado su intención de imponer controles en la venta de tierras raras. Trump, por su parte, ha amenazado con aplicar aranceles adicionales del 100% a los productos chinos a partir del 1 de noviembre si China no cede en el conflicto de los minerales, a pesar de reconocer que tales gravámenes tan elevados no son sostenibles a largo plazo.
Viaje a Malasia en busca de un acuerdo comercial
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, anunció recientemente que viajaría a Malasia junto al secretario del Tesoro, Scott Bessent, para reunirse con un equipo negociador chino con el objetivo de desbloquear el acuerdo comercial entre ambas naciones.
Durante una entrevista con la 'CNBC', Greer expresó la preocupación de EE.UU. por las políticas que excluyen a las empresas estadounidenses, generando exceso de capacidad y sobreproducción en China. En este sentido, señaló la necesidad de encontrar una alternativa a esta situación. Greer mencionó que aún hay espacio en la agenda de Trump para un encuentro con Xi en la cumbre APEC, mostrándose optimista al considerar que podría ser un punto de encuentro para abordar las prácticas chinas que calificó como "desproporcionadas" e "increíblemente agresivas".


