Gestamp tiene la idea de seducir a los inversores con una mejora anual de los ingresos del 10% y captar parte del negocio que los fabricantes de automóviles quieren externalizar a sus proveedores.

Un mes tras el debut en bolsa, la compañía ya ha recuperado lo perdido y cotiza por encima del precio de la OPV, con una capitalización de 3.200 millones. Los expertos prevén que es posible que el fabricante de componentes para automóviles suba una media anual del 2,5% hasta 2025.

La compañía crecerá, en primer lugar, porque comenzará a suministrar los pedidos que le han adjudicado en los últimos años los principales fabricantes de automóviles. Actualmente, está construyendo diez factorías que se sumarán a los 98 que ya tiene repartidos en 21 países. A más plantas, más producción y por lo tanto mayor facturación.

Los hermanos Francisco y Jon Riberas, dueños de Gestamp estarían planteándose una estrategia aún más ambiciosa, en el que tratarían de captar el ingente volumen de negocio que los fabricantes de automóviles van a externalizar a sus proveedores, ya que necesitan liberar recursos para poder ganar la batalla que actualmente se desarrolla en la industria del motor. Otro pilar fundamental de esta nueva estrategia marcado por Riberas sería crecer entre los fabricantes japoneses aprovechando la entrada de Mitsui en su capital.

Gestamp sabe que no está solo en esta competición, ya que compite con otros grandes fabricantes de componentes como la canadiense Magna o el grupo austriaco Benteler, por lo que llevará a cabo estrategias que le permitan posicionarse y ganar la carrera a sus opositores.