Repsol ha completado la venta de activos de GNL con la transmisión a Shell de activos de Perú y Trinidad y Tobago, una vez obtenidas las autorizaciones necesarias. El pasado mes de octubre, Repsol vendió a BP su participación en Bahía Bizkaia Electricidad (BBE), que ejerció una opción de compra preferente sobre el activo.
Ambas transacciones han supuesto unos ingresos para Repsol del orden de 4.300 millones de dólares (4.100 millones de dólares por la venta de activos a Shell y 200 millones de dólares por la venta de BBE a BP) y la liberación de compromisos financieros y deuda no consolidada en línea con las cifras adelantadas el pasado mes de febrero cuando se anunció el acuerdo de venta de los activos.

La venta de estos activos, en la que se incluyen las participaciones minoritarias en Atlantic LNG (Trinidad y Tobago), Perú LNG y BBE, junto con los contratos de comercialización de GNL y de fletamento de los buques metaneros, con sus créditos y deuda vinculados, ha supuesto unos beneficios y plusvalías para Repsol de aproximadamente 2.900 millones de dólares después de impuestos, ligeramente por encima de las cifras adelantadas en el pasado mes de febrero.

Como consecuencia de la transmisión de los activos objeto de la transacción y en aplicación de criterios de máxima prudencia financiera, Repsol ajustará la valoración de los activos norteamericanos en sus libros, registrando una provisión después de impuestos de acuerdo a la nueva normativa fiscal de 1.500 millones de dólares. Las plusvalías pendientes de contabilizarse tras dicho ajuste se incorporarán entre los ejercicios de 2013 y 2014, de acuerdo con la fecha de transmisión de los activos incluidos en la transacción.

Junto con la venta de activos, Repsol y Shell han formalizado un acuerdo por el que esta última suministrará gas natural licuado a la planta de regasificación de Repsol en el complejo Canaport (Canadá) durante los próximos 10 años, por un volumen total aproximado de 1 millón de toneladas.

Tras el cierre de la venta, con fecha económica de 30 de septiembre de 2012, Repsol reduce su deuda neta en 3.300 millones de dólares y fortalece significativamente su balance.
Con esta operación, Repsol alcanza un volumen de desinversiones de más de 5.000 millones de euros, por encima de los objetivos fijados en su Plan Estratégico, que contempla para el período 2012-2016 unas desinversiones de entre 4.000 y 4.500 millones de euros.

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