MADRID, 24 FEB. (Bolsamania.com/BMS) .- Bankia, el que nació siendo el “nuevo banco de la nueva banca” se convirtió poco después de su creación en un gigante financiero imposible de sostener que ha necesitado la mayor inyección de dinero público dentro del rescate del sistema financiero español. Ella sola consumió unos 17.000 millones de euros de la asistencia internacional pero, antes, ya se habían inyectado en la entidad más de 5.000 millones de dinero público. Se puede concluir, sin miedo al error, que se ha tratado del mayor rescate a una entidad financiera en la historia de España.

Sin embargo, en menos de dos años, Bankia ha pasado de ser el “lastre” del país, a revelarse como “su joya de la corona”. Al menos así es como “la venden” ahora que el Gobierno ha iniciado la estrategia para salir de su capital, esto es, para volver a privatizarla e intentar recuperar el multimillonario rescate. Una operación que ya está en marcha, a pesar de que la asitencia internacional da de plazo hasta 2017, y cuyo diseño ya está en manos de Goldman Sachs, banco de inversión escogido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el que ostenta el 68,4% que pertenece al estado.

Aproximadamente otro 28% pertenece a los preferentistas y el resto queda repartido entre distintas firmas. Según datos de Factset recogidos en el último informe de Citi sobre la entidad, BlackRock Fund Advidors ostenta un 0,4%; con un 0,2% aparecen nombres como Henderson Global, Bankia S.A. y Bestinver Gestión; y con un 0,1% Lyxor International Asset Management, BlackRock Asset Management, Santander Asset Management y M&G Investment Management. Otros nombres de entre los 20 primeros titulares de acciones son Credit Suisse, Espirito Santo, Abante Asesores, Generali, Vanguard...

Las especulaciones sobre cómo se articulará la desinversión del Gobierno son una constante. Los analistas consultados por Bolsamanía coinciden en que no habrá un gran inversor, sino que la demanda estará muy repartida, al menos en los primeros pasos de la venta. Hay “bastantes interesados”, dado el buen momento de mercado que disfruta España, apuntan voces cercanas al proceso, que sí se atreven a hablar de algún “gran inversor internacional”.

Como primer paso, se venderá un porcentaje mediante un proceso de accelerated bookbuilt offer, una colocación rápida que garantiza un precio mínimo y que suele usarse cuando una compañía necesita financiar su deuda o liquidez. Este es el caso de Bankia, a la que se pretendería inyectar liquidez antes de iniciar una desinversión mayor en la que podrían intervenir esos supuestos grandes inversores interesados.

Hace unos días, el presidente de Bankia, José Ignácio Goirigolzarri, mentaba el proceso de desinversión del Gobierno de Reino Unido en Lloyds como ejemplo. A mediados del pasado septiembre, Londres vendía un 6% de su participación en la entidad británica, parcialmente nacionalizada en 2008, por 3.200 millones de libras (3.808 millones de euros). La participación se vendió a 75 peniques por acción, un precio por debajo de los 77 peniques a los que cotizaban los títulos al cierre del día anterior en la bolsa. Bank of America Merrill Lynch, JP Morgan y UBS fueron los colocadores.

Se han barajado muchos porcentajes sobre esta primera fase de la venta de Bankia. Se ha llegado hablar de hasta un 20%. Los expertos consultados no se aventuran a dar una cifra total, pero sí creen que se hará mediante ventas graduales: “Paquetes de entre el 3% y el 5% en varios tramos con lock-up de seis meses”, para después seguir sacando porcentajes similares. El bróker de Goldman Sachs se dedicaría casi a “rifar” las acciones de Bankia entre sus miles de clientes, de ahí que la demanda de los títulos quede muy repartida.

Hedge funds, fondos de capital riesgo, fondos de inversión o fondos soberanos podrían ser los compradores, mientras que bancos nacionales o internacionales y otras grandes compañías parecen actores menos probables en esta fase inicial de la colocación de Bankia.

Las entidades financieras españolas están ahora “a otras cosas”, asegura Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de Asinver. Flores menciona los problemas domésticos y advierte que hacerse con Bankia no les reportaría sinergias. Además, las entidades españolas están ahora centradas en los tests de estrés que este año va a desarrollar el Banco Central Europeo (BCE), y que incluyen la revisión de la calidad de los activos de los bancos (AQR por sus siglas en inglés). Algún analista ha mencionado en este contexto a CaixaBank, porque “es la única que compra por partes” (ya compró Banco de Valencia, filial de Bankia), aunque después ese mismo experto ha matizado que en este caso suena “imposible” que participe. Negativa que su propio presidente, Isidre Fainé, dejo clara en la última presentación de resultados.

Asimismo, y esto es lo que podría descartar también a otras entidades extranjeras como compradoras de Bankia, las nuevas normas de regulación de Basilea III obligan a que las grandes participaciones financieras consuman capital, lo que desincentiva que se hagan con un porcentaje del banco español, recuerda el analista financiero Alberto Roldán. Este experto reconoce que si un banco extranjero se interesa por Bankia, el mensaje sería un “efecto llamada” y supondría “respaldo político, éxito político”. No obstante, el compromiso de permanencia es mayor en el caso de las entidades nacionales. En cualquier caso, Roldán tampoco espera que grandes bancos o aseguradoras se hagan con una parte significativa de Bankia y menciona a hedge funds, fondos de capital riesgo, fondos de inversión o fondos soberanos como los más interesados. Otros analistas, descartan también esta posibilidad porque “si un banco extranjero quiere entrar en España, se compra un banco entero”, y quedan fuera de momento también las aseguradoras, porque “tienen presencia muy limitada en Bolsa”: “Olvídate de colocárselo a otro banco, sino que serán los colocadores quienes vendan paquetes a Blackrock o similares...”, apunta un experto que no quiere ser identificado.

Además de la identidad de los compradores, interesa el precio, en la medida en que se recuperará la inversión pública. Con las acciones de Bankia por encima de los 1,56 euros y subiendo, este analista se escandaliza y lo define de precio “carísimo”. Advierte que se mantiene a Bankia a estos niveles para venderla más cara, por lo que vaticina descuentos de entre el 5% y el 7%. “Yo no colocaría Bankia ahora”, afirma tajante este experto.

Roldán, por su parte, habla de un “descuento razonable”, pero es más optimista y considera que la colocación de Bankia será una prueba “más que evidente de la fortaleza del sistema financiero español” y valora de manera positiva la limpieza del balance de la entidad y su completa recapitalización: “El valor de Bankia es justo y reconocido”.

Que el Gobierno recupere el dinero público inyectado para rescatar a Bankia es aún una incógnita, pero no sólo porque se desconozca el precio, sino porque aunque técnicamente cualquier recaudación procedente de la venta de participaciones de Bankia es dinero devuelto, es decir, supone su vuelta a las arcas públicas, esto no garantiza que repercuta en el contribuyente.

María Gómez