John D. Rockefeller fue el hombremás rico sobre la tierra, pero vivió la mayor parte de su vida adulta sin algunas de las comodidades que hoy cualquier persona promedio puede tener, como la electricidad, el aire acondicionado, la penicilina, el ibuprofeno o las gafas de sol.
Esta paradoja, narrada por Morgan Housel, el autor de "La Psicología del Dinero", invita a pensar en lo que se esconde realmente detrás de la riqueza.
Los tiempos cambian y la tecnología evoluciona a un paso que no nos permite ser agradecidos por tenerla. En una entrevista, Housel habla de cómo antes era necesario tener un bróker para poder invertir en bolsa, una persona a la que se le pagaban enormes comisiones, mientras que hoy existen plataformas que permiten hacerlo online sin problemas.
Tal es el caso de traderscale.com, por ejemplo, un sitio que permite obtener financiamiento a través de desafíos de trading. Este tipo de servicios financieros no existían hace algunos años, pero hoy son parte de la oferta de Internet.
La perspectiva nos recuerda que el tiempo y el progreso, al igual que el interés compuesto, generan resultados asombrosos a largo plazo, a menudo imperceptibles en períodos de tiempo más cortos.
En el libro “La Psicología del Dinero”, que combina lecciones de Charlie Munger y Warren Buffet con las ideas de Nassim Taleb y sus propias experiencias, Morgan Housel ofrece una guía práctica para construir una relación más sana y efectiva con las finanzas.
La suerte y el riesgo no están solamente en las decisiones grandes
Housel recuerda que cualquier micro-decisión, desde elegir un momento dado para cruzar la calle hasta elegir quedarse en casa en vez de ir a una fiesta, tienen consecuencias que desconocemos en su totalidad.
La suerte y el riesgo operan en todos los niveles de la experiencia humana y es por ese motivo que el éxito financiero no es exclusivamente el resultado del trabajo arduo y la inteligencia. Saberse vulnerable a estas fuerzas es sumamente incómodo, pero abrazar esa incomodidad puede ser la clave del éxito financiero, ya que ayuda a relativizar tanto ganancias como pérdidas y ver el mundo con mayor humildad.
La capitalización compuesta es una trabajadora silenciosa
Una de las fuerzas más poderosas en el universo financiero es el interés compuesto. Como señala Housel, "el crecimiento se impulsa mediante la capitalización, que siempre lleva tiempo".
Leyendas de la inversión como Warren Buffett y Charlie Munger son un testimonio de la importancia de la paciencia para permitir que este efecto mágico multiplique nuestra riqueza a lo largo del tiempo.
No se trata sólo de invertir en valor, sino también de mantener la calma y la serenidad durante la trayectoria inversora es clave para construir un patrimonio duradero.
La confianza es mala consejera
Cuando hay dinero en juego, la humildad se convierte en una virtud necesaria tanto para conservarlo como para multiplicarlo. El libro de Housel habla de las emociones detrás del dinero y de cómo es importante evitar la arrogancia que a menudo acompaña al éxito financiero, reconociendo el papel fundamental que la suerte puede haber jugado.
La célebre frase de Bill Gates, "El éxito es un pésimo maestro. Seduce a la gente inteligente haciéndoles creer que no pueden perder", subraya este punto. Housel argumenta que cultivar la paciencia y la humildad en la vida otorga un sentido más profundo a nuestro camino, trascendiendo la mera acumulación de riqueza.
¿Qué se puede controlar en finanzas personales y qué no?
Housel pone blanco sobre negro cuando asegura que el éxito financiero consiste en evitar pérdidas en un largo plazo, mucho más que en generar ganancias extraordinarias en el corto.
Concentrarse en lo que podemos gestionar, como los gastos, la deuda de las tarjetas y la tasa de ahorro, es más efectivo que depender de factores externos como la volatilidad del mercado.
En distintas entrevistas el autor ha dicho que su cartera de inversión consiste principalmente de índices y que no tiene demasiado que contar en términos de acciones, ya que opta por invertir al largo plazo, pacientemente.
Las percepciones sobre el dinero nunca son universales
Housel hace énfasis en que los hábitos financieros están profundamente influenciados por nuestras experiencias personales con el dinero, que no representan ni una ínfima parte de lo que sucede en realidad. Otros factores moldeadores son la educación y la cultura.
Incorporar una perspectiva humilde y cuestionadora es útil para reconocer que nuestras vivencias individuales, aunque limitadas en el contexto global, moldean la visión de las finanzas y la economía. Encontrar el sesgo sirve, como mínimo, para ponerlo en duda.
¿Cuál es el verdadero significado del progreso?
A medida que nuestros ingresos aumentan, es fácil caer en la trampa de la inflación del estilo de vida, donde los gastos crecen proporcionalmente a las ganancias. El experto en ahorros asegura que la forma de contar con una estabilidad financiera a largo plazo es fundamental saber guardar dinero e invertir un porcentaje de cualquier aumento de ingresos.
Además, el autor enfatiza que quizás el valor intrínseco más significativo del dinero es su capacidad para brindarnos control sobre el tiempo. El capital, utilizado sabiamente, nos da la potestad de tomar nuestras propias decisiones y vivir la vida en nuestros propios términos. La deuda, por el contrario, tiene el efecto adverso de atarnos a pagos por años.
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