Según datos de Cinco Días, las entidades financieras están cobrando un tipo negativo del 0,3% TAE (tasa anual equivalente) a las empresas a partir de cinco millones de euros. Así, las grandes compañías españolas que depositan millonarias sumas de dinero en los bancos, principalmente aseguradoras y grupos industriales que generan grandes flujos de efectivo, pagan ya a los bancos.
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Las grandes compañías españolas que depositan millonarias sumas de dinero en los bancos, principalmente aseguradoras y grupos industriales, pagan por ello
"Hace unos días una aseguradora pidió precio para realizar un depósito de 15 millones de euros, durante una semana, y el banco se ofreció a cobrarle 'solo' un 0,27% TAE", asegura un alto ejecutivo del sector financiero, según recoge el diario económico de Prisa. Este tipo de interés implicaría el pago de 1.000 euros por el depósito durante una semana.
En este sentido, fuentes financieras explican que el tope para cobrar está en los cinco millones de euros. La razón radica en la falta de margen de maniobra de los bancos para obtener rentabilidad a corto plazo con el dinero que depositen las empresas, ya que el BCE cobra un 0,4% a las entidades financieras de la zona euro por depositar en Frankfurt el dinero, después de que el pasado 10 de marzo redujera la tasa de facilidad de depósito del -0,3% hasta el -0,4%.
No obstante, esto sólo ocurrirá por ahora para los grandes ahorradores. Un directivo de banco citado por Cinco Días asegura que por ahora las familias están libres de ten que pagar por sus depósitos. Para las grandes instituciones, sólo BBVA ha reconocido públicamente que cobra entre 15 y 20 puntos básicos por el dinero depositado en sus sucursales.
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UN NUEVO ESCENARIO
El BCE ha revolucionado con su política expansiva monetaria el escenario financiero. El programa de compras de activos, de 80.000 millones de euros mensuales, ha provocado que gran parte de la deuda corporativa que emiten las empresas europeas sea a tipos negativos, como por ejemplo la emisión de 600 millones de euros en bonos de Telefónica, que colocó a un tipo efectivo del -0,25% anual.
“La rentabilidad es actualmente escasa. Los tipos son bajos, la regulación aumenta las limitaciones y la demanda de crédito es débil”, resume Jorge Soley, profesor de dirección financiera del IESE. “Algo parecido ha pasado en el sector seguros, y aquí es inevitable por la falta de rentabilidad y los márgenes cada vez menores”, añade.
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