El banco portugués BPI, sobre el que lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) CaixaBank, ha estado suspendido de cotización este martes en la Bolsa de Lisboa hasta el mediodía. El regulador tomó esta decisión ante la posibilidad de que hubiera anuncios importantes en relación a la junta, aunque los accionistas han decidido volver a aplazar un encuentro en el que tienen que decidir sobre la supresión del límite de los derechos de voto que exige el banco español para la OPA.
La entidad lusa celebraba este martes una junta de accionistas que apuntaba a ser clave en su historia, a partir de las 10:00 hora portuguesa (una más en España), y después de aplazarse en julio. Pero la única decisión tomada, y con un 91,05% de los votos emitidos, ha sido posponer nuevamente la reunión la asamblea hasta el próximo 21 de septiembre, según un comunicado de BPI publicado en la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM, el regulador portugués).

CaixaBank ha sido quien ha propuesto esperar 15 días para dar más tiempo a que pueda haber una resolución judicial sobre una providencia cautelar que pesa en torno a la decisión del consejo de administración de BPI de someter a votación de los accionistas la supresión del límite del 20% en los derechos de voto.
LAS EXIGENCIAS DE CAIXABANK
Los accionistas de BPI tienen que decidir si mantienen la restricción de voto del 20% o si la suprimen y dan luz verde a la OPA de CaixaBank
Hace ya seis meses (18 de abril) que CaixaBank presentó formalmente la OPA sobre BPI. Una oferta voluntaria sobre el 100% del accionariado que valoraba a la entidad lusa en 1.622 millones de euros. Sin embargo, esta operación estaba sujeta a varias condiciones. Una de ellas era superar el 50% de la participación (controla actualmente el 45%). La otra, que ha supuesto más quebraderos de cabeza para los arquitectos de la operación, la supresión de la limitación del 20% en los derechos de voto.
El consejo de administración de BPI aceptó la OPA al considerarla "oportuna", un año después de haber rechazado otra oferta de CaixaBank. La Comisión Europea dio el visto bueno a la operación por no ver problemas a la competencia en el sector financiero. Mientras que el Gobierno luso también dio su beneplácito, y semanas antes aprobó suprimir las restricciones de voto en los bancos si así lo deciden los accionistas.
Así, está en manos de los accionistas decidir si mantienen este blindaje, o si aceptan decir adiós al mismo para seguir adelante con la OPA de CaixaBank. Algo que estaba previsto que decidieran en julio, pero la junta de accionistas se aplazo hasta este martes, y ahora habrá que esperar al menos hasta el 21 de septiembre.
PROCESO CONVULSO
El proceso no está siendo sencillo para CaixaBank. Primero fueron las negociaciones con Isabel Dos Santos, segunda mayor accionista de BPI y pieza clave para que el banco luso reduzca su posición (50,1%) en la entidad angoleña BFA, como exige el Banco Central Europeo (BCE), a no ser que aumente el capital destinado a respaldar esta exposición.
Como añadido, CaixaBank se ha encontrado con otra zancadilla, esta vez desde el accionista minoritario de BPI Violas Ferreira Financial, que controla el 2,6% de las acciones. Presentó en julio una medida cautelar para bloquear la votación de los accionistas sobre la supresión del límite de votos, y consiguió un aplazamiento de la junta hasta este martes. La providencia cautelar ha sido el motivo por el que CaixaBank ha propuesto volver a posponer la junta, y ganar tiempo para saber si hay resolución judicial.
¿Y SI FUERA POSITIVO QUE NO HUBIERA OPA?
Bankinter: "La retirada de CaixaBank de esta operación sería una buena noticia desde el punto de vista económico y de gestión"
Algunos analistas verían con buenos ojos la posibilidad de que finalmente no salga adelante la OPA de CaixaBank por BPI. Es el caso de los analistas de Bankinter, que consideran que la compra tendría un impacto negativo sobre el ratio de capital CET-1 'fulluy loaded' de CaixaBank, el indicador que se usa como referencia de solvencia según los criterios de Basilea. "Creemos que se trata de una operación compleja por la naturaleza del resto de los actuales accionistas de control de BPI, aparte de CaixaBank. Entre ellos destaca Isabel dos Santos (18,1%), quien probablemente sucederá a su padre (Eduardo dos Santos) en la presidencia de Angola (lleva desde 1979)", agregan estos expertos.
"En nuestra opinión, la retirada de CaixaBank de esta operación sería una buena noticia desde el punto de vista económico y de gestión, sobre todo porque le permitiría dedicar la atención a otras operaciones en mercados menos complejos y probablemente más rentables, mientras que, además, evitaría el riesgo de una ampliación de capital", sentencian los analistas de Bankinter, que otorgan una recomendación de neutral sobre los títulos de CaixaBank y un precio objetivo de 2,75 euros, lo que supone un potencial de revalorización del 12% respecto a su cotización actual (en torno a 2,46 euros).
Asimismo, este mismo martes UBS ha elevado el precio objetivo de CaixaBank desde 2,15 euros hasta 2,4 euros (levemente por debajo de su precio de cotización actual), con una recomendación de neutral.