Las encuestas sobre el resultado del referéndum por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea  reflejan, en las últimas semanas, una tendencia creciente en el lado del remain
. Según encuestas como la efectuada por el diario The Economist, la opción de la permanencia en la Unión Europea toma 7 puntos de ventaja respecto al Brexit.

En este sentido, el informe de Caixabank Research centra el foco en el encaje en Europa que buscará el Gobierno británico después de la votación. La opción que cobra más fuerza es la de buscar un encaje similar al de Noruega, con aportación de fondos a los presupuestos europeos, garantizando un acuerdo de libre comercio que permita la libre de circulación de ciertos bienes y servicios y que recoja la libertad de circulación de personas. Se trata de un encaje similar al que mantienen en la actualidad países como Noruega o Suiza.

En el caso de que se dé opción menos favorable, esto es, una hipotética salida de la Unión Europea y la ruptura de todos los acuerdos vigentes con la comunidad europea, pasando a tener una relación como la mantenida  en estos momentos por los países integrantes de la Organización Mundial del Comercio, se haría notar, según recoge el informe de Caixabank Research, en el sector financiero. En consecuencia, cabría esperar un escenario que registrase un repunte de la prima de riesgo, problemas de liquidez y depreciación de la libra.

Además, un incremento de las barreras arancelarias como consecuencia de la salida de la Unión Europea y la ruptura del acuerdo comercial suscrito afectaría a los flujos comerciales de Reino Unido. Además, el BCE podría restringir ciertas actividades financieras al interior de la eurozona, de modo que la City quedaría excluida.

Los efectos de una salida afectarían también a la Inversión Directa Extranjera, ya que una menor productividad repercutiría negativamente en la economía británica, algo a lo que, además, se añadirían los efectos negativos de dejar de ser la puerta de acceso al mercado único como hasta ahora.

Con todo, existen dos canales que podrían beneficiar a los británicos, como es la adaptación del entramado regulatorio a las necesidades de la sociedad británica y la reducción de la contribución a los presupuestos de la Unión Europea, que actualmente supone el 0,5% de su Producto Interior Bruto.

La opinión de los expertos sobre una futura salida de la Unión Europea es que afectará negativamente a la economía de las islas, en un rango que va desde el 1,3% hasta el 9,5% de su Producto Interior Bruto.