Larimar City

Larimar City & Resort se levanta en un acantilado natural de 3,6 millones de m² en Punta Cana, con vistas a la costa este de República Dominicana y un diseño urbano organizado en torno a un gran eje verde. Se trata de un caso único en la región: no es un complejo turístico cerrado ni una urbanización de segunda residencia, sino una ciudad planificada desde el inicio, que integra viviendas, ocio, comercio, educación, salud y deporte.

Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, los directores de arquitectura de Larimar City, Nicolás Carazo Díaz y Luis Chamizo, analizan la relevancia de este proyecto urbano diseñado desde cero, que combina planificación integral, sostenibilidad y nuevas tecnologías, con la participación de un equipo internacional en el que España aporta experiencia y sello propio.

Pensar la ciudad desde el inicio

La gran diferencia entre una ciudad planificada y otra que crece de manera improvisada está en la visión. Una ciudad sin planificación suele responder a urgencias del momento, lo que con el tiempo deriva en problemas de tráfico, carencia de servicios o ausencia de zonas verdes. Frente a ello, Larimar se ha concebido con una mirada integral que busca anticipar necesidades y garantizar calidad de vida.

Este enfoque se refleja en la propia estructura de la ciudad, organizada en torno a un gran eje verde donde se concentra la vida comunitaria, con paseos, espacios abiertos y servicios integrados en el paisaje natural.

Alta densidad, más naturaleza

La alta densidad no se plantea como un problema, sino como una solución. Al concentrar la edificación en torres, se libera la mayor parte del suelo para zonas verdes, parques, equipamientos y corredores de agua. Con el mismo volumen de construcción, un barrio de torres ocupa diez veces menos superficie que una urbanización horizontal de chalets, lo que permite destinar el resto del territorio a espacios públicos de calidad.

El resultado es un modelo compacto, que reduce costes en infraestructuras y favorece la integración de amplias zonas verdes en la vida urbana.

Movilidad y sostenibilidad cotidiana

La movilidad se ha concebido como parte de la experiencia diaria. Los aparcamientos subterráneos en los residenciales reducen la circulación de vehículos privados, mientras que una red de bulevares verdes, ciclovías y transporte eléctrico interno facilita los desplazamientos a pie o en bicicleta.

La sostenibilidad no se entiende solo como tecnología, sino también como la posibilidad de que una madre pueda llevar a su hijo al colegio andando o que unvecino llegue a su club deportivo sin necesidad de coche.

El compromiso ambiental se extiende también a la energía y al agua: edificios con eficiencia energética, alumbrado inteligente, uso de energías renovables y lagos que actúan como depósitos naturales de escorrentía, reutilizando el agua de lluvia para riego. Los recursos se gestionan como un ciclo cerrado, donde cada decisión técnica responde a un criterio de ahorro y equilibrio con el entorno.

Espacios públicos, identidad y futuro

Los espacios públicos son considerados el alma de Larimar. Plazas, parques, canchas deportivas o el propio campo de golf están diseñados como lugares de encuentro y convivencia. El proyecto toma referencias de ciudades mediterráneas como Barcelona, Valencia o Niza, con sus paseos y plazas abiertas al mar, reinterpretándolas en clave caribeña a través de la exuberancia vegetal y las vistas abiertas.

Esta coherencia en el diseño contribuye a la construcción de identidad: no se trata de un conjunto de edificios, sino de un ecosistema urbano pensado para el bienestar colectivo. Cada espacio y cada servicio responden a una misma estrategia. Eso permite proyectar Larimar como modelo de referencia para nuevas ciudades sostenibles en el Caribe y Latinoamérica.

La innovación tecnológica refuerza esta visión: desde el uso de modelado BIM en el diseño hasta la aplicación de soluciones propias de smart city para gestionar energía, agua y servicios. La tecnología se concibe como un medio al servicio de las personas, con el objetivo de optimizar recursos y garantizar una ciudad más segura y eficiente.

Un proyecto para las personas

El proyecto no se limita a resolver cuestiones urbanísticas. Su propósito es ofrecer a quienes lo habiten un entorno donde lavida cotidiana sea más cómoda y saludable, en contacto con la naturaleza y con servicios que fomenten comunidad y bienestar. Ese es, en última instancia, el criterio que guía cada decisión de diseño.

En Larimar City, la persona es el centro y el hilo conductor de toda la planificación: cada espacio, cada servicio y cada detalle se conciben para responder a sus necesidades y aspiraciones. Desde esa mirada integral, el proyecto abre la puerta a distintos estilos de vida que confluyen en un mismo lugar. Los jubilados encuentran un entorno sereno y seguro donde disfrutar de su descanso; quienes desean vivir el wellness como parte esencial de su día a día cuentan con centros de salud, deporte, piscinas y paseos diseñados para promover vitalidad y equilibrio; las familias hallan colegios, universidades y espacios seguros para que los niños crezcan en comunidad; mientras que los nómadas digitales y profesionales internacionales disponen de conectividad, innovación y hospitalidad para combinar trabajo y calidad de vida.

Así, Larimar City se erige como un nuevo referente urbano en el Caribe: una ciudad planificada desde cero, donde tecnología, sostenibilidad, naturaleza y comunidad se integran bajo un mismo propósito, situar el bienestar de las personas en el corazón de la vida urbana.

Artículo con la aportación de Nicolás Carazo y Luis Chamizo, directores del departamento arquitectura del proyecto de Larimar