La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri repartirá un dividendo de 2,625 céntimos, un 50% superior a los 1,75 céntimos del dividendo del año pasado, lo que supondrá un desembolso de 300 millones de euros.

Un total de 195 millones de euros irá a parar a BFA, participada al 100% por el Estado, y que posee el 64,7% de las acciones de Bankia. De este modo, con los 195 millones de euros del dividendo de 2015, unido a los 128 millones de euros del ejercicio anterior y a los 1.304 millones de euros de la venta del 7,5% del capital de Bankia, el importe total de las ayudas devueltas al os contribuyentes se eleva hasta los 1.627 millones de euros.

El propio Goirigolzarri destacó la importancia de la devolución de las ayudas públicas recibidas en el pasado. “El pago de dividendo, por segundo año consecutivo, supondrá avanzar en la senda de normalización de Bankia y, lo que es más importante, dar otro paso adicional en la devolución de las ayudas públicas recibidas”, señaló. Además, añadió que la decisión de elevar el pago de dividendo “refleja la fortaleza de los niveles de solvencia del banco y la recurrencia de la cuenta de resultados”.