Los tumores tiroideos son bastantes frecuentes y si se realizara una ecografía a un grupo de población asintomática, la mitad de la población presentarían nódulos tiroideos, siendo del 5 al 10% de los nódulos palpables. Hace pocos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado una nueva clasificación de los tumores tiroideos de acuerdo con la caracterización genético-molecular de estos tumores. El doctor César Canales Bedoya, reputado cirujano experto en cirugía de tiroides y cirugía bibliopancreática, es el responsable del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Ruber Internacional, y aconseja que siempre que se descubra la presencia de una tumoración en cualquier parte del organismo, se acuda a un médico para su valoración, dado que el diagnóstico precoz de cualquier patología, influye de forma importante en el tratamiento y pronóstico de la enfermedad.
Según el especialista, las enfermedades del tiroides, la valoración clínica del enfermo, analítica, radiológica y citológica y demás pruebas complementarias son fundamentales, para llegar a un buen diagnóstico y tratamiento. En el Hospital Ruber Internacional de Madrid las decisiones tanto médicas como quirúrgicas, se toman de forma multidisciplinaria por un grupo de profesionales formado por endocrinos, radiólogos, patólogos, anestesistas, otorrinolaringólogos, médicos nucleares y cirujanos que deciden el diagnóstico y el tratamiento a seguir. “Las tumoraciones tiroideas se clasifican en benignas y malignas, las primeras dependiendo de sus características pueden ser tratadas mediante observación médica o cirugía. Las segundas, salvo raras excepciones, se tratan de forma quirúrgica”, señala el doctor Canales.
En un estudio realizado, en estos dos últimos años, por el responsable del Servicio de Cirugía General del Hospital Ruber Internacional, se ha comprobado que el 60,2% de los tumores tiroideos estudiados fueron benignos cuyas edades estuvieron comprendidas entre 21 y 80 años siendo la edad media de los enfermos de 53,7 años, el 39,7% fueron malignos cuyas edades estaban comprendidas entre 20 y 70 años, siendo la edad media 46,14 años. Como indica el doctor César Canales, dentro del mismo estudio, “los enfermos quirúrgicos con patología benigna el 30%, presentaban las lesiones en un solo lóbulo tiroideo, mientras que el 43% afectaban a ambos lóbulos, y de todos ellos el 20% tenían un componente intra torácico, es decir que parte de la tumoración se introducía dentro del tórax”.
Tal y como explica el cirujano, todos los enfermos con indicación quirúrgica, que presentaron las lesiones en un solo lóbulo del tiroides, el tratamiento quirúrgico a seguir fue la extirpación del lóbulo afectado más el istmo, mientras que en los bocios polinodulares “afectación de ambos lóbulos” el tratamiento fue una tiroidectomía total. Los enfermos con patología maligna, - continua el doctor Canales Bedoya -, la cirugía que se realizó fue desde una lobectomía más istmectomía (extirpación del lado afectado del tiroides más él istmo) en enfermos con tumoraciones en un solo lóbulo, menores de 1 cm y de poca agresividad “En pacientes con tumoraciones mayores o con afectación de ambos lóbulos se practicó una tiroidectomía total con extirpación de los ganglios cervicales o no, dependiendo de las características del tumor y se existe afectación de los ganglios”, precisa el doctor César Canales.
El experto destaca que las complicaciones en el estudio realizado, tras los distintos tratamientos no han existido intra-operatoriamente y post operatoriamente. “Las lesiones de los nervios recurrentes e hipocalcemias permanentes por alteraciones de las glándulas paratiroides, han sido mínimas estando por debajo de las publicadas en las distintas series”, subraya el doctor.
La alta experiencia de los cirujanos que realizan estas técnicas, así como el equipamiento tecnológico que se utiliza en el Hospital Ruber Internacional constituyen los buenos resultados obtenidos.