El beneficio neto del Grupo Cajastur ascendió en el tercer trimestre de 2010 a 146 millones de euros, lo que supone un aumento en términos interanuales del 5,7 por ciento, aunque el perímetro no es homogéneo tras la integración del negocio bancario de Caja Castilla-La Mancha en el Grupo. La rentabilidad sobre activos (ROA) fue del 0,50 por ciento mientras que sobre recursos propios (ROE) alcanzó el 10,53  por ciento. La morosidad, excluyendo los activos cubiertos por el Esquema de Protección de Activos (EPA), se situó en el 2,89 por ciento, una de las menores tasas del sector y la cobertura de activos dudosos era del 55,01 por ciento al cierre del tercer trimestre. Los niveles de solvencia del Grupo muestran una sólida posición, con un volumen de fondos propios de 1.851 millones de euros y un core capital superior al 8 por ciento. La ratio de eficiencia financiera si situó en el 48,66 por ciento, siendo su mejora uno de los objetivos prioritarios del plan de integración del negocio bancario de Caja Castilla-La Mancha en el Grupo Cajastur. El balance del Grupo  alcanzó los 38.633 millones de euros. La cifra de recursos de clientes gestionados, incluidos fondos de inversión y de pensiones, alcanzó los 32.348 millones de euros y la inversión crediticia bruta se situó en 30.996 millones, de tal forma que el Grupo Cajastur cerró el tercer trimestre con un volumen de negocio de 63.344 millones de euros.

El Grupo Cajastur registró un margen de intereses de 394 millones de euros, lo que en términos comparativos respecto al mismo periodo del año anterior supuso un aumento del 91,9 por ciento.

Por su parte, el margen bruto alcanzó los 765 millones de euros, lo que representa en términos interanuales un crecimiento del 85,7 por ciento.

Las iniciativas puestas en marcha para la reducción de costes y consiguiente mejora de la eficiencia han contribuido a que el resultado de la actividad de explotación se situase en 184 millones de euros, con un aumento interanual del 23,7 por ciento

El Grupo Cajastur cerró el tercer trimestre del año con un beneficio neto consolidado de 146 millones de euros, con un crecimiento anual del 5,7 por ciento, lo que supone una rentabilidad bruta sobre activos del 0,50 por ciento y sobre fondos propios del 10,53 por ciento.

Morosidad

La tasa de mora se situó en el 2,89 por ciento, una de las más bajas del sector financiero español. El cálculo de esta tasa, que ya recoge la integración del negocio bancario de CCM, excluye los activos acogidos al Esquema de Protección de Activos (EPA), instrumento de apoyo financiero que da cobertura a activos dañados de Caja Castilla La Mancha, y sin el cual la tasa de mora contable sería del 11,30 por ciento.

Asimismo, el Grupo Cajastur ha continuado intensificando las dotaciones, en el marco de su política de prudencia, y ha situado la cobertura de activos dudosos en el 55,01 por ciento.

Aumento de tamaño

El Grupo Cajastur registró hasta septiembre un volumen de negocio de 63.344 millones de euros, con un saldo bruto de inversión crediticia de 30.996 millones y un volumen de recursos de clientes de 32.348 millones de euros. La inversión crediticia se redujo un 3,62 por ciento en términos interanuales debido a la evolución de los activos sujetos al EPA y las deudas del Fondo de Garantía de Depósitos para la cobertura de los mismos. Por su parte, los recursos captados disminuyeron un 5,72 por ciento debido, en su práctica totalidad, a los vencimientos de instrumentos de financiación mayorista (amortizaciones de cédulas y débitos representados en valores negociables)

En términos de Grupo, el activo se situó a 30 de septiembre de 2010 en 38.633 millones de euros, con una sólida posición de solvencia, ya que los fondos propios se situaron en los 1.851 millones de euros.

Eficiencia financiera

El Grupo cerró el tercer trimestre del año con un ratio de eficiencia financiera del 48,66 por ciento. La mejora de este indicador es uno de los objetivos principales de las medidas que se están adoptando desde el inicio de operación comercial del Banco de Castilla-La Mancha, como la racionalización de la estructura organizativa, las medidas de ahorro de costes y las mejoras en los procesos de compras y gastos.