El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han emitido un comunicado conjunto en el que coinciden en la necesidad de reforzar el crecimiento sostenible, fomentar la resiliencia y la transformación de la economía, así como fortalecer la cooperación global, en un mundo cada vez más vulnerable.
Los organismos internacionales defienden los 'cuatro principios de Marrakech' como fórmula para proteger la prosperidad futura y acabar con la pobreza extrema. Estos principios incluyen un crecimiento inclusivo y sostenible a través de reformas estructurales, la movilización de recursos propios para diversificar los ingresos disponibles, la promoción de una mayor resiliencia a través de políticas macroeconómicas y la transformación del tejido económico y productivo.
En cuanto a la cooperación global, el FMI y el Banco Mundial apoyan el fortalecimiento del sistema monetario internacional, un entorno comercial transparente y basado en reglas, y la potenciación de las organizaciones internacionales existentes.
Los efectos de crisis recientes han dejado a muchos países lidiando con altas tasas de inflación y deuda, dificultades para financiar servicios públicos básicos y la lucha contra el cambio climático y la pobreza.
Los mercados emergentes y los países en desarrollo han sido especialmente afectados, ampliando la brecha de ingresos con los países ricos y dificultando la meta de eliminar la pobreza extrema para 2030.
