Las organizaciones de todo el mundo aceleraron significativamente la adopción de servicios tecnológicos durante la COVID-19 para impulsar su transformación digital y potenciar su resiliencia. El estudio ‘Sembrando semillas digitales para el futuro’ de Telefónica Tech revela que, aunque la falta de presupuesto es la principal limitación para cumplir con la estrategia TIC, el 57% de las empresas mundiales consultadas tienen previsto invertir más en TIC en los próximos dos años y el 35% invertir lo mismo.
El estudio, que recoge las respuestas de un total de 810 profesionales del sector TI de España, Brasil, Alemania, Reino Unido y la República de Irlanda, apunta que la mayoría de las organizaciones consultadas afirma que la pandemia ha acelerado su estrategia de TIC y se encuentran ahora en mejor posición que antes (60%), pero todavía hay un 28% que confiesa que solo se ocupan de las necesidades inmediatas.
Sin embargo, el 81% de las empresas mundiales -el 72% en el caso español- reconoce haber hecho compras urgentes de TIC para adaptarse a las condiciones de la pandemia que no le aportarán valor estratégico a largo plazo.
El estudio manifiesta que el 48% de las organizaciones consultadas -el 42% en España- adelantó los planes estratégicos de TIC (incluyendo la tecnología colaborativa y en la nube) para hacer frente a la pandemia. Por su parte, el 31% de las empresas cambió rápidamente su negocio y revisó sus TIC, el 17% analizó la tecnología que poseía y la utilizó de forma más eficaz, y solo el 2% de los encuestados reconoce no haber hecho ningún cambio.
Asimismo, más de la mitad de las empresas encuestadas destacan como principal lección aprendida en la pandemia que la adaptación de las personas y los procesos a su estrategia tecnológica les generó importantes ganancias de eficiencia respecto a cómo lo hacían antes. Este resultado es más notorio en las empresas de sectores de biotecnología (80%), comercio minorista (76%), finanzas (72%), alimentación y bebidas (70%) y administración pública (68%).
En segundo lugar, los encuestados señalan la importancia de contar con una mayor colaboración dentro de la empresa para tomar mejores decisiones en materia de TIC (47%), siendo especialmente destacado por las empresas de los sectores de sanidad (72%), agricultura (69%) y energía (67%). A esta le sigue que el 31% de los participantes en el estudio -el 26% en el caso de España- dice haberse expuesto a posibles vulnerabilidades de seguridad por malas prácticas en el trabajo a distancia antes de la pandemia.
El balance realizado por las empresas también apunta a que el 20% no estaba usando las herramientas que tenían a su alcance y a que el 15% había tomado malas decisiones en materia de TIC antes de la pandemia. Además, el 13% de los encuestados reconoce que se dieron cuenta que no podían combinar los antiguos procesos con la nueva tecnología, sino que es necesario que el cambio se produzca a la vez.
Retos y frenos para el desarrollo TIC
El estudio de Telefónica Tech desvela que la pandemia planteó varios retos importantes a los que las compañías deben enfrentarse actualmente. El 44% de las empresas -el 45% en España- reconoce que, pese a haber mejorado su eficiencia tecnológica, necesita implantar procesos basados en las personas para, por ejemplo, analizar cómo se utiliza la tecnología, ver cómo compartir datos y trabajar juntos e involucrar a los empleados en las decisiones de cómo la empresa usa la tecnología para innovar de cara al crecimiento futuro.
A este reto le siguen otros como la necesidad de contar con más formación para que los empleados puedan cumplir con las nuevas exigencias operativas (así lo afirma el 39% del total de los encuestados), el destinar tiempo para revisar y hacer balance sobre el estado del negocio para decidir los próximos pasos (el 35% de las empresas) y el intentar hacer un mejor uso de los datos para obtener información estratégica (según el 21% de los consultados).
Las empresas se encuentran con algunas limitaciones significativas para alcanzar sus aspiraciones estratégicas en materia de TIC. Entre ellas destacan: la falta de presupuesto y de competencias internas (con un 41% y 32%, respectivamente), las limitaciones de los socios (30%) y la tecnología no probada y la elección de la estrategia (ambas con un 24%).