MADRID, 23 ENE. (Bolsamania.com/BMS) .- Todo el mundo quiere ser rico, negarlo es engañarse. Por eso adquieren tanta fama encuestas como la Tiger 21, de la que hoy se hacen eco en Market Watch, y que determinan la configuración de las carteras de un selecto grupo de empresarios, ejecutivos, gestores de fondos y otros “tipos” con abultados patrimonios. El año pasado, esta era su composición: 23% acciones, 21% capital privado, 21% inversión inmobiliaria, 14% bonos corporativos y renta fija, 8% hedge funds, 1% commodities y 11% en efectivo. Más allá de la anécdota y del deseo de imitar a estos “potentados”, la comparación respecto al año precedente muestra que ha habido pocos cambios, pero desde mediados de 2001 se aprecia un significativo movimiento hacia el capital privado frente a la inversión en renta fija. El interés por la renta fija se ha reducido cerca de los mínimos récord que registra esta encuesta.

“Desde el inicio del segundo trimestre de 2012, los miembros de esta encuesta empezaron a modificar la ubicación de su patrimonio hacia el capital privado, y han ido manteniendo estas posiciones”, explica Michael Sonnenfeldt, fundador y presidente de Tiger 21. Estima que la rentabilidad de las carteras de las que se nutre este estudio ha cerrado cerca del 10%, un porcentaje destacado también pues es el mejor desde antes de 2008, cuando estalló la crisis financiera. Desde la firma que elabora la encuesta reconocen que esta cifra pueda resultar pequeña teniendo en cuenta las alzas de la bolsa el año pasado, pero recuerdan que estas carteras pretenden preservar el capital sin riesgo, y que su presencia en la renta variable es solo del 23%. “Esto refleja lo que muchos ricos y sus asesores saben: con el tiempo, intentar disparar el patrimonio en la bolsa es como pegarse un tiro en el pie, o peor. Con una inflación controlada, un 10% de rentabilidad en una cartera de riesgo reducido es un buen botín”, indica el artículo.

“Nunca es demasiado cuando se hace una advertencia: preservar el capital es la clave de los inversores. Si eres afortunado y has disfrutado de una rentabilidad de tus inversiones por encima de la media en los últimos dos años, recoge beneficios. Lo peor para un inversor es quedarse fuera del mercado en el momento equivocado, como aprendieron los que no entraron en 2008 y principios de 2009. Con una cartera diversificada, un portfolio de riesgo controlado, las correcciones del mercado no serán tan aterradoras, y tendrá dinero para comprar acciones cuando alguna esté barata. Tal vez esta estrategia no le permita entrar en la Tiger 21 pero, al menos, 'el tigre' no le comerá”.

Hoy precisamente se ha producido una de esas correcciones que no tiene por qué ser aterradora. Los principales índices del Viejo Continente han cerrado con caídas del 1% de media, y el Ibex 35 se ha dejado un 0,37%, hasta los 10.241,2 puntos. La bolsa de Portugal ha cerrado plana tras el desplome de ayer, provocado por el miedo a que los bancos lusos no puedan computar como capital los activos fiscales diferidos (DTAs por sus siglas en inglés). Medida que sí se ha permitido en España. En el selectivo español ha destacado hoy el comportamiento de Banco Sabadell. Los inversores han recibido con mucho entusiasmo las cifras que ha publicado la entidad catalana, que ha triplicado sus beneficios en 2013 frente a 2012. Sus acciones se han disparado un 6,11%.

María Gómez