La profundización y el calibre de la Guerra de Rusia contra Ucrania puede llevar a Europa a un coste de todo calibre sin precedentes. Pero sobre todo económico que ya se está reflejando en todos y cada uno, de las variantes del mercado. En este caso centramos nuestra atención en la moneda, en el EUR/USD, que ha llegado esta semana, el pasado lunes en concreto a marcar mínimos frente al dólar y máximos en la moneda estadounidense en su cambio con la divisa común europea de 2020.
Las razones son de sobra conocidas, y lo peor, es que pueden estar en un momento tan solo inicial, ante la escalada y las vicisitudes que está tomando el conflicto. Ya no hay eufemismos comunitarios a la hora de hablar de las consecuencias que una guerra larga y cruenta como la que se está desarrollando haya llegado para quedarse. En todos los gobiernos de la Eurozona se habla claramente de ralentización que puede, con la deriva que están tomando los precios de consumo y en especial los del gas y el petróleo, convertirse en una estanflación que frene en seco la recuperación prevista.
Las previsiones de crecimiento de la Comisión europea colocan el aumento del Producto Interior previsto para todo el ejercicio en el 4%, pero también destacan que cada 10% de subida del petróleo significará dos décimas de incremento del PIB. Las estimaciones de crecimiento en Alemania y Francia están por debajo de esa cifra y alcanzan el 3,6%, sin revisar con los últimos acontecimientos.
El incremento exponencial, hasta los 130 dólares del petróleo que hemos visto esta semana, refuerza además la doble vía de encarecimiento del crudo para Europa: con un euro debilitado frente al dólar y costes energéticos desorbitados para cualquier economía. Todo ello cierra un círculo infernal que puede tener efectos muy negativos en los próximos meses y que las divisas ya están leyendo.
Así la relación EURUSD recupera posiciones desde los mínimos registrados el pasado lunes, con avances que, sin embargo, se quedan a años luz de los máximos interanuales por encima de las 1,2268 unidades por dólar. En las últimas cinco sesiones, baja un 0,83% tras la recuperación de ayer, baja un 3,5% en el mes y un 2,77% en el trimestre frente al dólar. En lo que va de año la caída supera ligeramente el 3%.
Desde Rabobank destacan que el euro seguirá muy presionado en los mercados con revisión a la baja de la relación hasta las 1,06 unidades, aunque consideran que, a tres meses vista, existe la posibilidad de que el precio se estabilice en los 1,08 dólares. Todo ello por la presión energética y la posición de debilidad alemana y su dependencia del gas y el petróleo ruso.
Y es que los expertos señalan que estas caídas más abruptas que hemos visto en los últimos días se deben sobre todo la ruptura del soporte de las 1,10 unidades, clave para las caídas posteriores del euro frente al dólar que se han producido en el mercado.
Por ejemplo, desde Crédit Agricole consideran que las decisiones que hoy tome el BCE serán decisivas. No tanto por lo que puedan avanzar sobre futuras subidas de tipos sino por la actualización de las previsiones macroeconómicas, de impacto inflacionista que pueden mejorar frente al impacto económico negativo que proyecten. Y eso podría limitar incluso las pérdidas del euro.
