El parche que intenta poner Ben Bernanke a los mercados no convence. Después de anunciar que pondrá sobre la mesa 400.000 millones de dólares para comprar bonos a largo plazo, mediante la venta de los de plazos más cortos, los mercados de renta variable se desmoronan. Y es que parece que los inversores dan más importancia a las señales de debilidad económica a las que hizo referencia el mandatario de la FED, que a la propia solución de la misma.

¿En el punto de mira? Los bancos que siguen viendo cómo se incrementan las dificultades para obtener financiación. Los expertos advierten de que esta acción ayudará a soportarla economía pero “no será lo suficientemente buena para mejorar la tasa de desempleo y será muy difícil encontrar una recuperación en el futuro próximo”, informa Warit Kathong, gestor de United Investments en declaraciones recogidas por Bloomberg.


En Wall Street los operadores se colocan del lado corto en preapertura, haciendo bajar al S&P500 cerca del 2.5% - a 1.126 puntos- y al Dow Jones un 2.2%, hasta los 10.765 enteros.

El sector financiero sigue sufriendo la desconfianza de los inversores. Bank of America pierde un 3.6% mientras que Wells Fargo cede algo más del 3% en la preapertura americana. Dos entidades que ayer se vieron perjudicadas por la decisión de Moody´s de recortar la calificación de su deuda, junto a Citigroup.