junta2019-telefonica-pallete.jpg

Telefónica ha hecho hoy balance de los resultados correspondientes al ejercicio 2018 en su Junta General de Accionistas, celebrada en Madrid. El presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, ha hecho hincapié en el crecimiento y cumplimiento de objetivos a pesar del esfuerzo que representa avanzar en el proceso de transformación. “Como les dije aquí mismo hace un año, queremos crecer en ingresos y estamos creciendo; queremos incrementar los márgenes y los estamos incrementando; seguiremos invirtiendo para contar con las mejores plataformas y lo estamos haciendo. En definitiva: cumplimos lo que decimos”, ha explicado.

Compromiso con el accionista

La empresa de telecomunicaciones, que sube en bolsa hoy hasta los 7,4 euros pasada la media sesión de este viernes, ha crecido y ha desarrollado un proceso de transformación en un entorno "poco propicio, cuando no adverso", ha detallado Pallete. Un entorno en el que, a pesar de ello, Telefónica ha reducido su deuda en casi 14.000 millones de euros desde junio de 2016 y ha mantenido la remuneración al accionista, con un dividendo de 0,40 euros por título, que ha sido ampliamente cubierto tanto en términos de beneficio como de flujo de caja libre.

Ha enfatizado igualmente cómo el equipo de profesionales de Telefónica ha logrado imprimir una mayor velocidad al crecimiento, no solo en las principales partidas financieras, sino también en clientes, hasta 9 millones más en los últimos tres años y con una relación de mayor valor. Además, a lo largo del ejercicio la compañía ha mantenido un alto ritmo inversor, hasta 83.000 millones de euros desde 2012.

Además, el presidente de Telefónica ha descrito ante la Junta los principales avances realizados en los últimos tres años en materia de gobierno corporativo, como incrementar la independencia del Consejo de administración, reducir el número de consejeros e incrementar la diversidad. También ha destacado la relación más directa que ha mantenido la compañía con el accionista, a través de cartas y encuentros, entre otras iniciativas emprendidas desde la Oficina del Accionista. En este sentido, y a partir del próximo mes de julio, los accionistas de Telefónica que sean igualmente clientes disfrutarán de un programa diferencial que ofrecerá una atención personalizada.

Proceso de transformación 

El proceso de transformación que se ha acelerado en los últimos tres años ha convertido ya a Telefónica en una empresa tecnológica, en una empresa que cuando cumpla su centenario estará a la vanguardia en redes de fibra y 5G, será pionera en simplificación y eficiencia, con sistemas 100% digitalizados, centrada 100% en el cliente y líder en la creación y distribución de productos y servicios digitales. “Será una compañía -ha añadido Álvarez-Pallete- que actúa como una red profundamente inteligente al servicio del cliente gracias a la inteligencia artificial e imbuida de los valores del nuevo mundo digital”.  

También ha recordado que el genuino propósito de Telefónica es “hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas”, es decir, asegurar que las personas y las sociedades puedan beneficiarse de la Revolución digital y no se vean arrollados por ella ni se queden atrás. “Las empresas que no tengan como valor principal contribuir al desarrollo de las sociedades, acabarán desapareciendo”, ha afirmado el presidente de la compañía. Así, la actividad de Telefónica contribuye al desarrollo social por muchas vías: genera un impacto en el PIB de más de 53 mil millones de euros en los países donde opera, un aporte fiscal al presupuesto público de más de 10 mil millones de euros, es decir, 21 euros de cada 100 euros facturados, y más de 1,2 millones de empleos directos e indirectos.

José María Álvarez-Pallete destacado, además, la importancia de saber adaptarse al cambio y ha apuntado en su discurso que “mientras se extiende la esperanza de vida de las personas, se acorta la esperanza de vida de las empresas. Y cuando se analiza qué rasgo comparten aquellas compañías que sobreviven aparece un denominador común: la capacidad de cambio. Si nosotros hemos llegado hasta aquí, es porque supimos cambiar”.