La agencia calificadora S&P adopta esta decisión después de haber tomado una decisión similar acerca de Iberdrola, cuyo 'rating' a largo plazo se mantiene en 'A-' (tercera nota dentro de la calidad buena) y en 'A-2' (nota media dentro de la calidad buena) a corto plazo.

La calificación crediticia de Scottish Power es la misma que la de Iberdrola. S&P aprecia tanto en la filial como en la matriz un fortalecimiento de los principales parámetros financieros.

La agencia considera que Iberdrola será capaz de mantener sus ratios ya mejorados a corto y medio plazo, a pesar de las difíciles condiciones de mercado y el continuo desequilibrio estructural entre tarifas y costes eléctricos en España.