Esta decisión se debe a que existe una probabilidad "significativamente mayor" de que se produzca "uno o más 'defaults'" de la deuda helena, relacionados con los esfuerzos de los acreedores para poner fin a los problemas de financiación del país.

En un comunicado, la agencia que considera que los problemas de financiación de Grecia han aumentado debido, en parte, a que su acceso a la financiación de los mercados en 2012 o incluso en años posteriores, es "improbable que se materialice".

Con esta decisión, S&P da por finalizado el proceso de revisión para una posible rebaja de la deuda griega.

Desde su perspectiva, esta falta de acceso crea una brecha entre la financiación comprometida hasta ahora por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, y las necesidades de financiación previstas.

De tal forma, señala que antes de finales de 2013 el país heleno tendrá que afrontar la devolución de 95.000 millones de euros, a los que se suman 58.000 millones de euros más que vencen en el año 2014.

La agencia añade que, aunque es probable que reciba financiación adicional de la eurozona, también es posible que se exija, como condición necesaria para ésta, una reestructuración de la deuda comercial, mediante la ampliación del vencimiento de los bonos del sector privado, o una oferta de canje de deuda; según aporta en su información Europa Press.

Cualquier operación de esta envergadura, sería según el criterio de S&P un 'default' y, por lo tanto, el 'rating' de Grecia sería reducido a la calificación 'SD' ('default' selectivo).