El vicepresidente afirmó que es razonable que las tasas de crecimiento del crédito no se mantengan al ritmo de años anteriores, algo que ya empezó a ocurrir en 2007, aunque ahora, admitió, la situación se ha exacerbado en España y fuera de España.

Solbes reiteró que el Gobierno no debe decidir cuál es el crédito que debe dar una institución financiera y añadió que la situación es claramente mejor que hace seis meses.

Asimismo, destacó que el Ejecutivo dispone de una capacidad de presión para que los bancos actúen, pero insistió en que son ellos los que llevan la gestión de los riesgos.