Según el experto, “la crisis de deuda se ha convertido en una crisis de confianza que hay que solventar rápido y, cualquier medida para ganar tiempo, ya sean rescates o inyecciones de liquidez, cada vez surten menos efecto, pues el mercado quiere medidas que solventen la situación estructural del euro, no parches”.

España es muy grande para ser rescatada y para dejarla caer. “Su caída sería una hecatombe que iría acompañada de la caída de Italia. El efecto contagio sería inmediato en este momento y no hay dinero para rescatar a estos países”, avisa. Y, es que, según Méndez, “estamos en un punto de no retorno. No tiene que pasar mucho tiempo para ver medidas sistémicas que reduzcan el problema”.


Mientras tanto, “la bolsa española está tremendamente barata. Aunque bien es cierto que, con esta situación de stress, se puede pensar que la situación de las empresas puede verse afectada. Una relajación del bono daría potencial al mercado”.

Más allá de España, “la salida precipitada de Grecia del euro conllevaría el corralito, pues la fuga de depósitos en el país es masiva desde hace tiempo”.


Declaraciones a Radio Intereconomía