Las acciones de Repsol retroceden un ligero 0,20% a media mañana hasta marcar 12,39 euros dentro de un IBEX 35 que a la misma hora sube un 0,03%, frustrando su rally, que duraba ya tres días consecutivos.
Desde el punto de vista del análisis técnico, Diego Morin, analista de IG, explica que el valor se ha alejado “de los mínimos cosechados en las últimas semanas, donde parece haber creado un suelo en los 11,5 euros, un soporte importante para el valor”. Ahora, “el reto para la petrolera será afianzarse sobre los 12,50 euros”, cree el experto.
En el acumulado del año, la petrolera registra una revalorización todavía de un 25%, con la capitalización bursátil por encima de los 19.400 millones de euros. No obstante, se encuentra muy por debajo de los 15,73 euros que llegó a alcanzar a principios de junio en un momento en que los precios del petróleo se encontraban muy por encima de los 100 dólares el barril.
El barril de West Texas por debajo de los 90 dólares
Sin embargo, los precios del oro negro se han desinflado en las últimas semanas, situándose actualmente el barril de Brent en el entorno de los 95 dólares y el de West Texas por debajo de los 90, en medio de las conversaciones positivas sobre el programa nuclear de Irán. “No creo que estemos todavía en la fase optimista, ya que hemos visto cómo se rompen las conversaciones cuando parece que está cerca un acuerdo, pero parece más prometedor de lo que ha sido durante muchos meses”, cree Craig Erlam, analista de mercado de OANDA. Además, “las partes implicadas tienen un incentivo adicional para llegar a un acuerdo”.
Los datos de los inventarios de EEUU suponen también un lastre para los precios, ya que el API informó de un aumento sorprendente de 2,156 millones de barriles la semana pasada. “Se esperaba que los datos de la EIA de hoy mostraran un aumento de 100.000 barriles, por lo que podríamos encontrarnos con otra sorpresa al alza que podría lastrar aún más el precio”.
Por último, “un aumento de la inflación podría ser otro riesgo a la baja, ya que los operadores prevén un mayor endurecimiento y un mayor riesgo de recesión”, apunta Erlam.