Esta medida, aún en estudio, se aplicaría en el nuevo escenario de gestión de la compañía, marcado por la nacionalización de un 51% de YPF decidida por el Gobierno argentino.

Repsol, que recortará deuda en 1.600 millones como consecuencia de la expropiación, prevé presentar a finales de mayo un nuevo plan estratégico.


La petrolera no ha definido el periodo de tenencia de los bonos, a cuyo vencimiento sus titulares podrán obtener acciones de la compañía. A efectos prácticos, esta operación equivaldría a una ampliación de capital.

La emisión forma parte de las opciones que maneja Repsol en el contexto actual, entre las que figuran posibles desinversiones o la ampliación de un dividendo flexible en el que los accionistas tengan opción de recibir la retribución en acciones o en efectivo.