Repsol cambiará su cara interna. El de su accionariado. Sacyr ha estado deshojando la margarita en los últimos meses y finalmente, tal y como se esperaba, no va a renovar los contratos de derivados con los que cubre su participación en la petrolera, un gran lastre económico, por su precio de compra, en los últimos 15 años, tras llegar a tener el 20% de su capital.
Ahora pasará del 8 al 3% con lo bajará varios escalones en su presencia accionarial. Aunque la presencia de gestora y fondos es variable, al ser de carácter financiero y no estructural. Lo cierto es que, de momento JPMorgan con un 6,855%, Blackrock, con un 5%, Amundi AM con un 4,50 y Bank of Montreal que comunicó en julio una participación en Repsol del 3,467% de su capital superarán el 3% en el que quedará la presencia de Sacyr.
No debemos olvidar que también permanece, con leves cambios a lo largo del mes de julio Exodus Point Capital Management en negativo, con una presencia del 0,50%. Es el primer bajista de calado que entra en Repsol desde hace más de cuatro años, desde marzo de 2017. No es un valor además que, a lo largo de su historia, haya tenido grandes posiciones cortas en su accionariado, solo seis claramente significativas para el valor.
Más allá de ello, lo cierto es que los resultados han llevado a una mejora en el precio hasta los 11 euros por acción de Barclays, lo que le otorgaría un potencial del 17% al valor. Aunque la entidad británica llama la atención en sus cuentas sobre los riesgos de sus problemas de producción.
Pero entre lo mejor que se puede extraer para los inversores es ese estudio, por parte de la compañía de adelantar la primera recompra de acciones prevista en su Plan estratégico hasta 2025. Estaba previsto hacerlo el año que viene, pero solo si dan las condiciones de reducir la deuda, mientras se mantenga en los rangos establecidos y se cumpla con las guías de este año. En diciembre lo estudiaría su Consejo y podría ser efectivo antes de la próxima junta en la primera parte de 2022.
Todo ello gracias a la subida que está experimentando el precio del petróleo y del gas con esa generación de caja extra, de la que, una parte se destinaría a premiar al accionista con esta recompra, una especie de dividendo añadido.
En su gráfica de cotización vemos que el valor se asienta sobre los 9 euros por acción mientras que recorta algo más de un 3% en el último mes, mientras que en lo que va de año, el valor avanza un 17,6%.
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión nos muestran que Repsol, en efecto rebote, alcanza una puntuación total de 4 puntos de los 10 posibles para el valor. Entre lo mejor, destaca la tendencia a largo plazo, que es alcista y también el momento total lento, que es positivo. En el otro lado destaca la tendencia bajista a medio plazo, el momento total rápido negativo, el volumen de negocio decreciente a medio y largo plazo y la volatilidad de Repsol, que es creciente en sus dos vertientes.