Por el lado económico, parece que se reduce el ritmo de desaceleración y por el lado de la crisis europea, aunque seguimos sin medidas de impacto cortoplacista, aunque seguimos sin avanzar en el reforzamiento y flexibilización de los mecanismos de estabilidad financiera, gracias a la liquidez ilimitada del BCE se alivia la tensión en los mercados de deuda.

Con todo, los mercados financieros mejoran. Relajaciones significativas en las curvas de tipos, buenos resultados en las emisiones de deuda y, avances en la renta variable. En esta ocasión vamos a centrar la atención en la renta variable americana y concretamente en el S&P500.



Como se observa en el gráfico, el índice sigue pisando el acelerador y se aproxima a la zona de máximos del ejercicio 2.011 que a su vez, son máximos del movimiento alcista que se inició en marzo de 2009. Cualquiera que analice el gráfico del S&P 500 podría concluir que las cosas han mejorado mucho desde 2009, pero lo cierto es que el ejercicio 2011 concluye con un crecimiento de 1,7% y las previsiones para los próximos años son de 2% en 2012 y un 1,1% en 2013, mientras que la tasa de desempleo se espera que ascienda desde el 8,7% registrado en 2011 hasta el 8,9% este año y el 9,2% en 2013. Como ven, una economía que siquiera consigue la estabilidad de su mercado laboral, que crece a un bajo ritmo y que podría estar preparando un nuevo QE (tan solo efectivo para los mercados) para supuestamente intentar estimular el crecimiento. Por si todo esto fuese poco, se estima que el déficit fiscal para el ejercicio 2012 quede en torno al 7% del PIB.

Como ven, parece que economía y mercados se distancian, parece que los mercados muestran una realidad muy distinta a la que se desprende de los datos económicos. ¿Se estarán adelantando los mercados? ¿Estarán descontando una recuperación? Por si los mercados han sido demasiado pretensiosos y optimistas con la economía, por si acaso fuese necesario que los mercados tuviesen que ajustarse a los datos reales, sean prudentes con la renta variable EEUU; sí, podemos poner el punto de mira en los máximos del pasado ejercicio, incluso la posibilidad de superarlos pero… ajustando los niveles de stop casi a diario.

Además, si echamos un vistazo al VIX, podemos observar que el cierre de la jornada del miércoles quedó en los 18,55, aproximándose hacia niveles de 17,50. Si bien es cierto que en la medida que se mantenga por debajo de los 24, se propicia un escenario compatible con mayores avances en la renta variable estadounidense, lo cierto es que la zona de 17,50-15, es una zona que en el pasado ha servido de suelo y por tanto, una zona que podría detener la mejora que ha experimentado la renta variable en las últimas semanas. Es por ello que una vez más, insistimos en la prudencia para las posiciones en renta variable; participemos de los avances pero seamos exigentes con los stops.