Hace tan sólo seis meses – concretamente el 15 de julio de 2011- cuando Telefónica sorprendía al mercado reiterando sus resultados para los próximos ejercicios “favorecidos por la mayor eficiencia en costes de personal” y los compromisos de remuneración al accionista “porque el impacto de estas medidas en la generación de caja de Telefónica es positivo desde el primer año”. ¿Su compromiso? Repartir 1.75 euros por acción en 2012 y estabilizar la retribución a partir de 2012. Todo ello en un entorno en el que la compañía acababa de recibir el visto bueno a su Plan Social del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por valor de 7.200 millones de euros.

Seis meses después, la operadora se desdice y anuncia un recorte del 14% en su dividendo correspondiente a 2011, que se materializará en mayo. ¿Valoración? Los expertos son optimistas ante un ajuste financiero “lógico” en un entorno en “el que los mercados de crédito mayorista también están cerrados para las compañías españolas”, reconoce Javier Flores, analista de Asinver. Y es que la operadora tenía poco margen. “Una alternativa para reducir deuda y disponer de fondos operativos habría sido la venta de activos (Atento) pero le mercado tampoco lo hizo posible, de modo que no quedaba más opción que reducir el dividendo”, asegura Flores. Para
Luis Francisco Ruiz, analista de estrategiasdeinversion.com “es una estrategia más que aceptable. En un entorno de encarecimiento den los costes de financiación, una compañía generadora de flujos no debería acudir al mercado a captar financiación al mercado. Se impone la reducción de los niveles de endeudamiento y la acción debería recogerlo positivamente en el precio a medida que pase el tiempo”.

Recortes a corto plazo…

Si hay algo que los expertos tienen claro es que la cotización sufrirá a corto plazo pero seguirá siendo alternativa de inversión en un horizonte mayor. Soledad Pellón, analista de IG Markets asegura que “la parte más evidente es que aquellas personas que buscan en Telefónica ese alto dividendo podrían salir del valor de cara al año que viene”.

Una teoría que justifica Flores al indicar “que esa base de accionistas que invertían por dividendo tendrá que pensar en otro destino para su dinero, lo que penalizará a corto plazo su cotización”. Pero hay otra lectura. La analista de IG Markets piensa en “problemas económicos. Las perspectivas de ingresos de la empresa de cara al año que viene se ha revisado a la baja. No creen que los ingresos vayan a ser suficientes para repartir entre sus accionistas la misma cantidad que este año, lo que puede asustar a más de un inversor que buscaba estabilidad en la operadora”.

…pero oportunidad a largo plazo

Ana Rafels, asesora de inversiones de Ana Rafels EAFI admite que “de poco sirve tener muy contento al accionista a costa de mermar la situación financiera de la empresa. Sobre todo, porque finalmente todo eso queda recogido en el precio de la acción y lo que a priori parecía una excelente opción de compra finalmente se convierte en una estrategia que cuando termina puede resultar en pérdidas”.

Sin embargo, lejos de estas lecturas negativas hay algo esencial: “el porcentaje de rentabilidad por dividendo”. Pellón recuerda que la tras la fuerte bajada del valor en bolsa “el porcentaje se ha visto aumentando, superando el 10%, y una rebaja del dividendo hará que siga manteniendo ese porcentaje en torno al 7-8%”. Para Ana Rafels “lo que interesa, lo realmente importante para el inversor, es que la operadora sea capaz de mantener el precio de la acción – en el peor de los casos que la penalización en el precio de las acciones no exceda sobre el dividendo pagado- por lo que lo importante es seguir de cerca el precio de la acción”.

Flores admite que lo que no “era normal es el dividendo anterior con la que está cayendo. De hecho, todavía me sigue pareciendo alto el de 1.50 euros por acción”. Sin embargo, piensa que en el largo plazo es muy positivo “si Telefónica aprovecha este mayor margen de maniobra para encontrar oportunidades de inversión, reducir deuda y soltar lastre”.