El grupo señala que este resultado, que está en línea con sus previsiones, se vio afectado por la ralentización del mercado de la construcción, la reducción de los días laborales al caer la Semana Santa en marzo, los efectos de las elecciones generales del 9 del mismo mes, la crisis del sector inmobiliario en la edificación residencial y la estacionalidad.La facturación del área internacional aumentó su peso en el grupo por la mejora de sus actividades en Latinoamérica y Túnez, aunque la revalorización del euro respecto al dólar y la libra perjudicó a los resultados en el primer trimestre, de forma que este periodo "no puede ser considerado extrapolable al resto del ejercicio".En este sentido, la compañía resaltó que mantuvo sus márgenes, de forma que el resultado bruto de explotación (EBITDA) supuso el 28,8 por ciento de la cifra de negocio.