En la sesión del Comité de la Cámara, que comienza a las 15:00 GMT, también darán su testimonio Edward Yingling, presidente de la Asociación Estadounidense de Banqueros y otros expertos del sector financiero.

Ayer, el Departamento del Tesoro fijó un plazo hasta el 8 de diciembre para que los bancos privados que quieran ayuda del Gobierno hagan solicitudes, y aclaró que no exigirá acciones preferenciales de algunas instituciones pequeñas que son bancos de desarrollo comunitario.

Paulson, que originalmente le dijo al Congreso que usaría los dineros para adquirir hipotecas de alto riesgo a fin de aliviar los malestares de la banca, a mitad de octubre cambió de rumbo y dijo que el Gobierno usaría unos 250.000 millones de dólares en la compra de acciones en los bancos.

Hasta ahora el Gobierno ya ha usado más de 200.000 millones de dólares -la mitad de ellos para la compra de acciones en nueve de los mayores bancos-, pero las instituciones han estado usando la generosidad de los contribuyentes para pagar dividendos, remunerar a sus ejecutivos y comprar otros bancos, en lugar de facilitar el crédito al público.

Esta semana, el Gobierno designó al auditor -exigido por el Congreso a principios de octubre- que supervisará la distribución de los fondos e informará a los legisladores sobre el uso de la primera mitad del socorro a fin de que se entregue al Gobierno la segunda porción.

La semana pasada Paulson volvió a modificar el programa de auxilio y dijo que el Gobierno empezará a inyectar capital en los bancos a cambio de una nacionalización parcial, y que buscará un estímulo a la disponibilidad de préstamos para el consumo, para estudiantes y en las tarjetas de crédito.

Mientras tanto, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, de California, designó al presidente del Comité de Servicios Financieros, Barney Frank, de Massachusetts, para que prepare el borrador de una ayuda a Chrysler, Ford y General Motors.

Las Tres Grandes de la industria automotriz, que meses atrás recibieron del Congreso una línea de crédito de 25.000 millones de dólares para que modificaran sus productos y los hicieran más competitivos, quieren ahora otros 25.000 millones de dólares en préstamos de emergencia.

Y por su lado la presidenta de la Comisión Federal de Seguros de Depósito, Sheila Bair, quien también prestará declaración en la audiencia, ha propuesto el uso de 24.000 millones de dólares del socorro de 700.000 millones para ayudar a que muchos compradores de casas eviten la ejecución hipotecaria.