Estados Unidos, cuyo gobierno y banco central forcejean para escapar a una recesión, no cesa de pedir a los países productores de crudo que arrimen el hombro para calentar la economía mundial.A juicio de Jelil, sin embargo, un alza en estos momentos "no ayudaría a la economía". Y un recorte, en todo caso, 'no es posible', dada la incertidumbre mundial. "La OPEP ya ha hecho lo que podía' para ayudar al crecimiento mundial, cuando decidió en septiembre aumentar su oferta en medio millón de barriles suplementarios, lo que 'no tuvo verdaderamente impacto' sobre los precios del crudo", ha señalado. El precio del crudo, tras batir un récord histórico de 100 dólares por barril a principios de enero, se mantiene en torno a los 92 dólares.