El discurrir de Nyesa Valores en el mercado bursátil durante 2020 no estaba resultando positivo, en especial por el efecto de la pandemia. Como todo el sector inmobiliario, se veía aquejado por la paralización de las obras debido al Covid-19. Y esto se sumaba a los dos convulsos años que el valor llevaba padeciendo tras su vuelta al Continuo en enero de 2018 tras siete años de suspensión, desde 2011 cuando en septiembre de ese año fue excluida de cotización.
Hasta finales de junio cedía más de un 40% en su valor en el ejercicio y perdía la mitad de su valor en bolsa en forma de capitalización. Pero el día 30 de junio reconocían ante la CNMV que su proyecto Narvskaia en Moscú había deteriorado su valor y debía reclasificarlo. Hablaba de un patrimonio negativo de 10,1 millones de euros, por lo que se encontraba en causa de disolución. El deterioro en concreto ha sido de 45,6 millones.
Según su gráfica de cotización en ese momento cerraba con un desplome del 37%, seguido de dos jornadas consecutivas en las que cedió un 14% más a sumar a ese deterioro bursátil. Después cierta recuperación y dos sesiones con recortes del 6% de nuevo cada una de ellas. A pesar de la recuperación de esta semana, finalmente en lo que llevamos de año el valor lleva perdido en bolsa un 66% y es el tercer valor que más cede en el Mercado Continuo en este ejercicio.
A partir de ahí la compañía se ha puesto manos a la obra para sobrevivir, intentando copiar la operación acordeón del fondo británico CVC en Deoleo que tan buen desempeño le ha traido, no solo en el mercado, sino también la reestructuración financiera de la aceitera de cara a las agencias de rating. Se trataría de reducir capital mediante la disminución del valor nominal de las acciones y una ampliación de capital en paralelo que de la vuelta al desequilibrio patrimonial de la sociedad. Y además debe antes reestructurar su deuda con los acreedores para poder llevarlo a efecto, con quitas incluidas.
Según nuestros indicadores premium, Nyesa Valores tan solo presenta una puntuación total de 1,5 puntos frente a los 10 posibles. En modo bajista y con casi todos los indicadores negativos o decrecientes, tan solo destaca en positivo el volumen a medio plazo que es creciente y la volatilidad, el rango de amplitud a largo plazo, que es decreciente.
