A su parecer, incluso si la crisis que atraviesan los mercados adquiere la gravedad de la registrada en la decada de los 90, BBVA "podría manejar la situación sin necesidad de aumentar su capital o recortar el dividendo".Morgan Stanley recalca que esta posición deriva de la combinación de una gestión tradicional y conservadora y de los duros requisitos establecidos por el Banco de España en términos de previsiones y capital, mucho más exigentes que los establecidos por otros institutos emisores de países europeos.Además, incide en que el banco cuenta con diversos activos susceptibles de venta, como la red de operaciones de seguros, opción que podría beneficiarse del interés de diversas aseguradoras extranjeras de entrar en el mercado español."Esperamos que BBVA sea uno de los ganadores en los mercados en que opera tras este escenario de turbulencias", dice la firma, que resalta su "decente capitalización" y su fuerte franquicia de clientela.