¿Cuál ha sido la evolución de la compañía en este semestre? ¿Qué hitos destacaría?

Creo que estamos publicando unos muy buenos resultados, honestamente, a pesar de algunos headwinds, como solemos decir. No todo está yendo perfecto, pero sí tenemos la sensación de que el negocio está funcionando con mucha fuerza, especialmente en un segundo trimestre que ha sido mucho más sólido que el primero.

En el primer trimestre tuvimos algunos elementos extraordinarios que nos afectaron ligeramente de forma negativa. Además, coincidió con la Semana Santa, que en algunos años cae a finales de marzo y en otros en abril. Y eso, quieras o no, a una compañía vacacional como la nuestra le impacta un poco.

En general, diría que hemos reportado resultados en línea con las expectativas del mercado, o incluso ligeramente por encima, y las tendencias a futuro son positivas.

Es importante destacar que el segundo trimestre ha sido positivo, con crecimientos relevantes, a pesar de que el tipo de cambio del dólar no nos está ayudando demasiado. Hay que recordar que parte de nuestros beneficios provienen del Caribe, una zona dolarizada, y que un dólar fuerte nos impulsa, mientras que uno débil nos resta algo de fuerza.

En cuanto a Alemania, todavía le está costando recuperar. Es cierto que el año pasado hubo una base comparativa exigente con la Eurocopa, conciertos y otros eventos que tuvieron lugar en el tercer trimestre, y que este año no se han producido. La situación económica en Alemania es algo más delicada, y eso se refleja en el segmento corporativo, que forma parte de nuestro negocio allí.

Por último, Cuba es un destino cuya recuperación será más lenta; no la vemos como algo inmediato. Aun así, y pese a todos estos factores, estamos superando las cifras del año pasado y contamos con unas buenas previsiones.

¿Qué factores han contribuido al incremento del beneficio neto del 72,4% en el primer semestre?

A ver, aquí hay dos partes. Por un lado, el negocio en sí, es decir, el negocio hotelero —sobre todo en España— ha impulsado significativamente el crecimiento. También han contribuido otras regiones, como las ciudades europeas, y en menor medida el Caribe, que todavía necesita algo más de crecimiento. 

Pero, además, para que ese resultado neto haya crecido un 72%, es cierto que hemos tenido cierta ayuda por debajo de la línea del resultado operativo, como solemos decir. Hemos registrado algunos extraordinarios que nos han favorecido, como la venta parcial de una participación, que ha supuesto ese impulso adicional que nos ha permitido alcanzar un mejor resultado neto.

Meliá Hotels ha destacado una mejora en su ratio de deuda, con previsión de terminar en niveles similares o mejores al año pasado. ¿Cuál es el objetivo concreto de la ratio deuda neta/EBITDA y cómo va el avance hacia esa meta?

Creo que el año pasado hicimos un trabajo muy sólido en cuanto a la reducción de deuda. Hay que recordar que el COVID nos afectó gravemente. Veníamos de un 2019 en el que, afortunadamente, habíamos hecho bien los deberes, y estábamos en un ratio de deuda neta —excluyendo los alquileres, ya que la nueva norma IFRS 16 lo complica un poco— de unas dos veces EBITDA, aproximadamente. Hablamos de la antigua deuda financiera, sin incluir impacto contable por arrendamientos.

Con la pandemia, la deuda aumentó significativamente. Tuvimos que cerrar todos los hoteles, asumir costes fijos, y eso implicó una fuerte quema de caja. Sin embargo, gracias a la rotación de activos y a la generación de caja, el año pasado logramos volver a niveles pre-COVID.

El objetivo para este año es mantenernos en esos niveles, en torno a 2 veces deuda neta/EBITDA o ligeramente por encima. La idea es mantenernos ahí. La generación de caja, como ya hemos demostrado, está presente. También hemos realizado algunas inversiones en este periodo, como una reforma importante que estamos llevando a cabo en el Paradisus Cancún, por ejemplo. Pero, en definitiva, la intención es mantenernos en este ratio, que considero que aporta mucha tranquilidad.

Las marcas de lujo representan ya el 15% del portfolio. ¿Cómo evolucionará el mix de marcas para maximizar la rentabilidad en los próximos años?

La compañía tiene un enfoque muy claro hacia el crecimiento en los segmentos de lujo y premium. Si analizas el pipeline de hoteles que tenemos actualmente, uno de cada tres establecimientos que vamos a abrir será de lujo. Además, te diría que aproximadamente el 80% estarán dentro del segmento premium o lujo.

Esto refleja claramente el foco de la compañía: buscar un tipo de cliente y un tipo de producto que respondan a las necesidades del viajero premium, que suele ser más resiliente frente a los cambios de ciclo económico. Lo que buscamos es que la compañía gane en resiliencia ante posibles fluctuaciones del entorno económico, apoyándonos en un cliente que, además de más resistente, aspiramos a que sea también más leal.
En resumen, esa es la tendencia: un crecimiento muy centrado en estos nichos de mayor valor añadido.

La estrategia de la compañía combina hoteles en propiedad con fórmulas de gestión y franquicia. ¿Planean aumentar la proporción de activos gestionados frente a propiedad directa?

Eso es. Desde hace unos años, el crecimiento de la compañía está centrado en lo que llamamos el modelo asset light, es decir, un modelo que no requiere inversiones propias para expandirse. Esto permite crecer a un ritmo mucho más rápido y, además, reduce el nivel de riesgo. En un cambio de ciclo económico, el impacto es menor que cuando se trata de activos en propiedad o en régimen de alquiler.

Y estoy 100% de acuerdo contigo: el crecimiento futuro pasa claramente por este modelo. Si te fijas en el pipeline actual, que incluye alrededor de 70 hoteles y unas 13.000 habitaciones, prácticamente todo está bajo fórmulas asset light. Así que el crecimiento de Meliá en los próximos años se va a enfocar de forma muy clara en contratos de gestión y franquicia.

Hay que destacar que las grandes compañías hoteleras a nivel mundial ya operan bajo este modelo, apostando fuertemente por la gestión y la franquicia. Si analizas también el modelo de negocio asset light, verás que ofrece mayores márgenes y, por tanto, una mayor rentabilidad frente al modelo tradicional de propiedad o alquiler. Por eso estamos orientando nuestro porfolio hacia un esquema más ligero en activos, que nos permita ser cada día más eficientes y con márgenes superiores.

¿Qué destinos están impulsando el crecimiento del RevPAR y cuáles están aumentando menos?

España nos ha sorprendido muy positivamente. Ya el año pasado tuvimos una evolución muy fuerte del RevPAR, superando con creces las cifras de 2019, las del período pre-COVID. Ese crecimiento fue realmente espectacular, hay que reconocerlo.

Para 2025, la expectativa inicial era que se moderara un poco, que viéramos un crecimiento más contenido. Sin embargo, seguimos observando una demanda muy importante, tanto en el segmento vacacional como en el urbano. Por tanto, hoy por hoy, España continúa liderando claramente en crecimiento de RevPAR.

En cuanto a Europa, hay otros destinos que también han evolucionado muy bien. Por ejemplo, en el segundo trimestre, París ha mostrado un desempeño muy positivo. Es cierto que el comparativo era más favorable porque, el año pasado, la ciudad estaba en plena preparación para los Juegos Olímpicos, con muchas obras en marcha, lo que disuadió al turismo corporativo y MICE. Este año, sin esas obras, la recuperación ha sido clara.

Eso sí, de cara al tercer trimestre, la comparación interanual será más exigente, precisamente porque este año se celebran los Juegos Olímpicos. Así que, aunque la tendencia es positiva, habrá que tener en cuenta esa base comparativa tan fuerte.

En Reino Unido, especialmente en Londres, el rendimiento ha sido muy bueno. En Italia también hemos tenido un comportamiento muy fuerte. Milán ha respondido bien gracias a nuestra apuesta por el segmento lujo con nuevas aperturas, y en Roma ha habido un fuerte impulso turístico relacionado con los eventos del Vaticano y el cambio de Papa.
En líneas generales, Europa está funcionando bien, con la excepción de Alemania. Allí, la situación económica y política no ha sido favorable, aunque empieza a mejorar. Alemania es un mercado que depende mucho del cliente corporativo, y cuando la economía no acompaña, ese segmento se ralentiza.

Además, el año pasado tuvimos muchos eventos importantes tanto en el segundo como en el tercer trimestre: la Eurocopa, conciertos masivos en Múnich como los de Adele y también Taylor Swift. Esos eventos atrajeron no solo a alemanes, sino a visitantes de otros países. Este año, al no repetirse, el impacto se nota. Así que, aunque esperamos una recuperación en Alemania, será lenta pero progresiva.

En el Caribe seguimos viendo que Cuba continúa en una situación complicada. El contexto es difícil, y la percepción del destino no se ve favorecida por las redes sociales como TikTok o Instagram, donde cualquier noticia negativa se amplifica rápidamente. No esperamos una caída adicional, pero tampoco vemos una recuperación a corto plazo; lo más probable es que se estabilice antes de empezar a recuperarse.

En México, la situación es positiva. Ha habido algo más de sargazo, pero no ha tenido un impacto relevante. Además, hemos cerrado el hotel Paradisus Cancún para acometer una reforma muy importante, porque queremos que se convierta en el mejor hotel del destino. Estamos convencidos de que esta inversión tendrá un retorno muy atractivo.

En República Dominicana lo estamos haciendo bien, pero somos conscientes de que aún hay margen de mejora. Es uno de los puntos donde esperamos una evolución positiva en el corto plazo, y el equipo está trabajando intensamente para ello. Confiamos en que pronto empezaremos a ver buenos resultados.

Por otro lado, en Asia, la situación es mixta. China todavía no ha recuperado el ritmo que han alcanzado otros mercados. Y eso no solo nos afecta como destino, sino también como mercado emisor. China era un emisor muy relevante para destinos como Vietnam o Tailandia, y su menor actividad se está notando.

Aun así, en Vietnam estamos teniendo una buena situación, gracias a que hemos sabido atraer a nuevos clientes internacionales que han compensado en parte la ausencia del viajero chino. Indonesia también muestra buenos resultados, aunque en Bali tenemos actualmente un hotel en reforma y en proceso de cambio de marca. Esa unidad estará temporalmente fuera de operación, lo cual afecta algo las cifras, pero es una inversión clave.

En líneas generales, la tendencia es muy positiva en la mayoría de los destinos. Este es el resumen de cómo estamos viendo la evolución geográfica del RevPAR.

Recientemente la compañía ha adquirido el 50% del Paradisus Salinas Lanzarote ¿Cómo impactará en las cuentas esta adquisición?

A nivel de caja, como ya comentamos en el release de resultados, hemos adquirido el 50% de este hotel por 36,5 millones de euros. Por tanto, sí, habrá una salida de caja, pero el retorno —el EBITDA que va a generar este activo— será importante.

Este hotel ha pasado por un proceso de rebranding. Los propietarios llevaron a cabo esta transformación, convirtiéndolo en uno de los primeros Paradisus fuera del Caribe. De hecho, creo que es el segundo Paradisus que trasladamos desde el modelo caribeño hacia Europa, y en este caso concreto, a Canarias. Creo que es un producto con mucho potencial y que va a triunfar.

Obviamente, hay que darle algo de tiempo. Siempre se necesita un período de adaptación para encontrar el nicho de mercado adecuado y los canales de distribución más efectivos. Pero estamos trabajando en ello, y sinceramente, pensamos que será una inversión con un retorno interesante para la compañía.

En ese sentido, se trata de una apuesta fuerte por parte de Meliá para traer a Europa un modelo de éxito probado, como es el Paradisus del Caribe. Y creemos que aquí podemos tener muy buenas noticias.

En su plan Meliá se marcó como objetivo abrir de media un hotel cada dos semanas ¿Cómo avanza la compañía en la ejecución de ese plan y qué desafíos operativos o regulatorios están encontrando?

La verdad es que estamos cumpliendo con el plan marcado. El objetivo de la compañía es abrir entre 25 y 35 hoteles al año, lo que, si lo piensas, encaja perfectamente con esa media de una apertura cada dos semanas.

Estamos abriendo en diferentes zonas que complementan nuestra presencia actual, siempre con un enfoque muy claro en el segmento premium y de lujo, y especialmente centrados en el ámbito vacacional, donde creemos que tenemos una ventaja competitiva clara frente a otras compañías gestoras.

La evolución está siendo muy positiva. Además, como comentamos recientemente, este año estimamos firmar alrededor de 8.000 nuevas habitaciones, que se incorporarán progresivamente en los próximos ejercicios. Así que, tanto en lo que respecta a nuevas firmas —es decir, contratos que se desarrollarán en los próximos años— como en lo relativo a las aperturas efectivas que estamos logrando este año, el balance hasta ahora es muy bueno.