De hecho, si el valor sigue deteriorándose, podría alcanzar niveles clave de Fibonacci, como es el 38,2% de la subida previa que comenzó en febrero de 2016 y que le llevó desde los 1,576 euros hasta los 3,26 euros que marcó en el mes de agosto.
De la compañía, dicen los expertos, destaca la sucesión de máximos y mínimos decrecientes que hacen pensar en que el deterioro va a continuar. José Antonio Gonzalez reconoce que las medias móviles simple de medio y largo plazo se mantienen cruzadas a la baja en un entorno de debilidad en que el oscilador MACD consolida en terreno negativo. La zona de 2,804, antes soporte y ahora resistencia, se considera clave para ver un cambio de estructura en el valor.