La estabilidad en los precios en EEUU en febrero fue consecuencia del descenso en los precios de la energía (-0,5%), especialmente de los combustibles (-2,4%), la gasolina (-1,4%) y la electricidad (-0,5%), que fue contrarrestado por un ligero incremento de los índices de alimentación (+0,1%).

Asimismo, el aumento del 0,1% de la inflación subyacente, que excluye los precios de la alimentación y la energía, también contribuyó a que el índice general no variara en febrero. Así, los descensos en los precios de la ropa (-0,7%) se vieron compensados por los continuos incrementos de la asistencia médica (+0,4%) y los vehículos usados (+0,7%).

En términos interanuales, el incremento de la inflación subyacente alcanzó en 1,3%, lo que supone el dato más bajo desde febrero de 2004.