Las dotaciones para provisionar los activos inmobiliarios obligadas por los dos Reales Decretos aprobados por el Gobierno han mermado los resultados de estas tres entidades en más de 14.000 millones.

De esta forma, las principales entidades financieras se anotaron uno de los peores resultados de su historia. En concreto, Santander
redujo sus ganancias un 66%, BBVA un 47% y Caixabank un 79%.

Curiosamente, estos beneficios suponen casi la mitad de las pérdidas que registró Bankia en los tres primeros trimestres del año (7.053 millones).